Ayabaca: carretera Congolí – Nogal se ejecuta sin supervisión y sin respetar el expediente técnico

Los comuneros de la zona también denuncian que los trabajos realizados en esta obra generan perjuicios como: cortes de agua, cultivos afectados, postes y viviendas a punto de caerse. 

Por Scarlett Cardoza

La población de Ayabaca aún no pierde la fe por ver desarrollada a su provincia y con una mejor calidad de vida. Año tras año esperan con ansias las obras prometidas por las autoridades como la obra de agua y alcantarillado o el mejoramiento de pistas para que los caseríos no se queden aislados durante las lluvias, sin embargo, los trabajos a medias o con perjuicios para las comunidades se ha vuelto el pan de cada día.

“Esta carretera debería beneficiarnos pero es todo lo contrario”, señala con gran frustración y pesar don Jaime Ramos Calle, presidente de fiscalización de la comunidad campesina de Cujacas, mientras recorre la carretera y señala uno a uno los problemas que vienen dejando los trabajos realizados hasta el momento.

La obra que menciona don Jaime Ramos es el “Mejoramiento del servicio de transitabilidad vehicular entre las localidades Congolí – Olleros Pampa – Cujaca – Rodeopampa – Nogal”, a cargo de la municipalidad de Ayabaca y valorizada en 20 millones 604 mil 83.91 soles.

Cutivalú llegó hasta esta zona para conocer la situación real de los 24 km de la obra que beneficiaría a cerca de 900 familias, es decir más de 6000 pobladores de las comunidades campesinas de Olleros (sectores Congolí – Ahuaico – Cafetal – Olleros) y Cujacas (sectores México – Lanche – Paraguero – Rodeopampa – Nogal).

Según el portal de Infobras, el proyecto en mención tiene un avance físico de 62% y la contratista de esta obra es el consorcio Señor Cautivo conformado por HTYV Corporación empresarial SAC e Inversiones Oberti SRL. 

Cabe resaltar que, debido a las intensas lluvias, el 29 de febrero de 2020 los representantes de la municipalidad y la contratista firmaron un acuerdo de suspensión de inicio de ejecución de la obra por lo que según el nuevo cronograma, la obra iniciaría en julio de 2020 y culminaría en mayo de 2021, sin embargo, el plazo no se cumplió por lo que se amplió nuevamente hasta enero de 2022. 

El incumplimiento de plazos no es el único problema, pues durante el recorrido realizado no se halló al ingeniero supervisor de la obra, César Becerra Malca, ni al ingeniero residente, Javier Morales Olivares. Al consultar con uno de los trabajadores encargados señaló que se encontraban en Piura y dejaron a cargo a los ingenieros asistentes de obras, pese a ello, en los puntos de trabajo solo se encontró a obreros y comuneros sin supervisión alguna. 

Esta situación ya había sido advertida previamente por la Contraloría, en setiembre del 2020, tal como consta en el informe N° 7366-2020, donde da cuenta de la ejecución de trabajos sin contar con la presencia del residente ni el inspector de obra de manera permanente, generando el riesgo de efectuar trabajos sin la dirección y supervisión técnica necesaria, incurriendo en causal de penalidad. 

En este mismo informe, también se advierte que los trabajos se realizan sin cumplir con las especificaciones técnicas del proyecto y tres situaciones adversas más que pueden perjudicar la obra. 

El incumplimiento del expediente técnico en los trabajos realizados es un problema que se sigue presentando, tal como lo advierte el presidente de fiscalización de la comunidad campesina de Cujacas, Jaime Ramos Calle, al señalar que la construcción de los badenes de esta carretera no se realiza tal como se planteó.

“Por ejemplo el expediente técnico está mandando una plataforma de 3 metros cuadrados con una uña de 1.20 m, pero eso no se estaba haciendo, estaban haciendo 4 paños, por eso se quedó que debían demoler. Allí está el perjuicio, el dinero de la reconstrucción está quedando en nada porque la empresa no está cumpliendo. El hierro de los badenes también debe ser en cuadro y acá lo están poniendo paralelo. Encima que por los retrasos el hierro está en pésimas condiciones, con óxido ”, puntualizó el dirigente. 

Perjuicios para la población

Los plazos incumplidos y la falta de supervisión en los trabajos, parecen ser los problemas menores frente a los perjuicios que viene ocasionando esta obra a los comuneros que deberían ser beneficiados con la misma. Tal es el caso de más de 55 familias de Ahuaico Alto y Bajo, en la comunidad campesina San Bartolomé de los Olleros, quienes durante el mes de septiembre padecieron la falta de agua debido a que la empresa constructora rompió la tubería que transporta el líquido a sus viviendas.

Las pobladoras Victoria Jiménez, Bertha Chumacero y Fidedigna Neyra narraron a Cutivalú que diariamente debían caminar más de hora y media para llegar a una quebrada y recoger uno a dos baldes con agua para abastecer a sus familias. 

Ante la falta de respuesta del consorcio, ellas junto a un grupo de comuneros afectados debieron reparar el daño ocasionado y con palana en mano bajo el inclemente sol de la sierra de Piura escarbaron huecos en diferentes tramos para cambiar las tuberías dañadas y restablecer el servicio. 

Por su parte, otro grupo de pobladores de Ahuaico y Olleros Pampa advierten que varios postes están a punto de caerse y causar una desgracia, por lo que piden la urgente intervención de Enosa y de la empresa que construye la carretera de la zona por haber removido la base de los postes

Pero eso no es todo, el poblador de Ahuaico Alto, Jorge Quinde Jirón, también manifestó su preocupación porque los trabajos realizados en la carretera ha debilitado las bases de las viviendas de la zona, poniendo en riesgo a muchas familias que temen perder su casa cuando inicien las lluvias. 

“Esto ha sido parejo pero con tanto movimiento se ha debilitado, cuando baje agua de arriba se puede llevar el borde y es tierra movida, puede ocasionar que se caiga la casa. Nos dijeron que van a emparejar pero nada. Nos da miedo que se parta la casa y terminemos perjudicados, queremos que al menos nos dejen un murito”, remarcó. 

En el sector de Olleros Pampa, los comuneros dedicados a la agricultura también vienen siendo perjudicados por los trabajos realizados en la carretera, pues los cercos de sus cultivos han sido destruidos, poniendo en riesgo el sustento para sus familias. “Abren los terrenos, nuestros cultivos, los animales se meten y dañan todo. A la empresa no le importa nada, pensábamos que esta pista iba a ser un desarrollo para la comunidad pero es todo lo contrario. Han malogrado nuestros terrenos y ya no sirven para cultivar, teníamos caña y hortalizas en estos cultivos”, narró con frustración el presidente de la comunidad, Franklin Huamán Troncos. 

Los comuneros del sector Paraguero en la comunidad de Cujaca, también manifestaron su malestar por los perjuicios que viene ocasionando la ejecución de la obra. En esta zona, son cuatro familias las que se ven afectadas por la instalación de una alcantarilla en la carretera que arrasaría con sus cultivos. 

María Abad, Lidia Calle y Genaro García se muestran preocupados, pues pese a que solicitaron que la alcantarilla sea reubicado a 10 metros más abajo y cuentan con el respaldo del teniente gobernador y los dueños del nuevo terreno para la instalación, la empresa no atiende su pedido y la alcantarilla permanece en la zona donde afectaría el sustento para sus familias. 

Son muchos los perjuicios presentados tras los trabajos para la carretera Congolí – Nogal, los pobladores temen que los más de 20 millones invertidos no los beneficien y termine causando más problemas de los que tenían antes de estos trabajos, pese a ello, no pierden la esperanza. 

Dato: El 4 de octubre, la Fiscalía detuvo al alcalde de Ayabaca, Baldomero Marchena, y su padre, el actual alcalde de Lagunas, Humberto Marchena, en el marco de una investigación por presuntamente integrar la organización criminal denominada “Clan Marchena.

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