De enero a agosto de este año, 82 mujeres han sido asesinadas en el Perú por sus parejas, ex parejas, esposos o enamorados, según cifras del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Del 2009 a julio de estete año un total de 1.085 mujeres fueron asesinadas y se registraron 1.487 tentativas de feminicidio.
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En una supervisión realizada por la Defensoría del Pueblo en la División Médico Legal de Lima Norte, se advirtió que en San Juan de Lurigancho, donde viven más de 2 millones de personas, solo hay una cámara Gesell.
Las citas para las diligencias por violencia familiar y sexual, demoran hasta tres meses y en caso de las evaluaciones psicológicas ya no hay cupos para este año.
Otra muestra de la carencia presupuestal se evidencia en el 39 % de comisarías básicas y 35 % de las comisarías especializadas de familia que su personal asignado a la tarea de atención al ciudadano no ha recibido capacitación alguna para realizar dicha función.
El mismo problema de falta de presupuesto está en las acciones de prevención, que son casi inexistentes. Esto genera escenarios inatendibles.
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Como muestra tenemos que en lo que va del 2018 el Poder Judicial, ha ordenado 183 853 medidas de protección, vale decir impedimentos para evitar que los agresores se acerquen a sus víctimas. Tal panorama se podría revertir si se invirtiera en adecuados programas de prevención y promoción de derechos.
Esta realidad genera que el 62% de las víctimas entrevistadas en una supervisión nacional a comisarías, realizada por la Defensoría del Pueblo, no confíe en la actuación de la Policía Nacional. Dicha desconfianza motiva que sólo el 29% de las mujeres que sufrió violencia física por parte de su pareja haya buscado ayuda en alguna institución.
