El psicólogo y coordinador de la Escuela Profesional de Psicología de la Universidad César Vallejo, Walter Abanto Gutiérrez, sostuvo que los padres y las madres de familia deben estar pendientes todo el año del rendimiento escolar de sus hijos y no esperar a diciembre para recién preocuparse para ver como van en la escuela.
“Los padres deben ir a las reuniones de aula, a la escuela de padres y entrevistarse con la tutora para saber cuáles son las dificultades que enfrenta el niño o adolescente”, expresó.
Según dijo, muchas veces los padres son muy exigentes con sus hijos cuando en realidad ellos cuando tenían esa edad tampoco cumplían las expectativas, y sobre todo sin considerar que cada niño y adolescente tiene un proceso distinto de aprendizaje.
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Por ello recomendó a los padres a evaluar la situación en todo su contexto para identificar con claridad si el bajo rendimiento escolar es íntegramente responsabilidad de los niños, o si el estándar de la escuela en la que estudia no se ajusta a las características individuales de los escolares.
“No es bueno que se trate a los niños de burros, tontos, o torpes porque eso generan los problemas emocionales y afectivos y agudizan el problema de aprendizaje”, dijo.
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Posted by Radio Cutivalú on Friday, December 7, 2018
Ante ello también sugirió a lo padres fortalecer la disciplina en el hogar y evitar llegar a la violencia o al insulto cuando se conversa con el niño o adolescente, pues de lo contrario las consecuencias serían graves, que incluso inducirían a los escolares al suicidio.
El especialista en psicología sostuvo que es un grave error que los padres y madres de familia acostumbrar a los niños o adolescentes a regalos pues esto generará que cuando sean adultos tengan problemas en su interacción social con el entorno.
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Abanto manifestó que los padres no están en la obligación de regalar cosas caras para que pasen una buena Navidad.
“Vivimos en un mundo consumista y materialista, y hemos condicionado a que las nuevas generaciones piensen que si no les regalas nada no pasarán una buena Navidad, y este generará que tengan problemas en su adultez”, expresó.
Padres no deben educar a sus hijos en la obediencia absoluta
Es por ello que mucha gente se deprime en Navidad, porque pretende llenar ese vacío emocional con cosas materiales. “El refuerzo variable es que se pase una cena de verdadera integración… No recomiendo que le corten los obsequios sino de que prioricen el momento en familia”, dijo.
