Luego del caso de secuestro y violación a una menor de tres años en Chiclayo, el psiquiatra Julio Cesar Castro Castro explicó que “no hay un violador característico”
Indicó que si los niños/as desde pequeños han recibido amor y cuidados prevalecerá en ellos el principio del bien; pero si el niño/a ha sido maltratado o a sufrido experiencias traumáticas, según el psicoanálisis, va a crecer con resentimientos, dificultades para relacionarse e inseguridades. Cuando los menores maltratados crecen, pueden canalizar sus frustraciones, angustias y tendencias sexuales abusando de niños/as.
Según Castro cuando un niño no aprende a respetar o no se le humaniza, ve a las personas como objetos; es por ello que los violadores no tienen reparos en hacer daño a un niño/a y puede llegar hasta matar a su víctima. Algunos de los perfiles que se presentan con frecuencia son personalidades psicopáticas, borderline y compulsiva-obsesiva.
“Muchos de estos violadores en sociedad aparentan ser personas tranquilas, incluso algunos pueden ser hasta casados y padres de familia “, indicó Julio Cesar Castro.
El psiquiatra recalca la importancia de la familia en el origen de una personalidad sana, dado que la educación comienza en el hogar. Se debe enseñar a los/as niños/as a cuidar su cuerpo, el valor de la persona, el respeto al otro siempre con un enfoque humanista y de género.
Las víctimas
Sobre las víctimas de violaciones sexuales, argumentó que los/as menores podrían suprimir u olvidar los sucesos traumáticos, pero más tarde, esos recuerdos reprimidos afloran y provocan problemas en su relación con otras personas o en su vida misma como temor e inseguridad; por lo cual es necesario que el Estado garantice un acompañamiento sostenido con especialistas.
Castro menciona que lo recomendable antes de que ocurran sucesos excecrables como estos, es la prevención y protección no solo como prioridad del Estado sino también de la sociedad, con una educación sexual sana, en género y en valores.
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