El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, ha declarado este jueves un estado de emergencia limitado en la capital, Tokio, y en tres prefecturas adyacentes para combatir el aumento de casos de coronavirus, informa Reuters.
El estado de emergencia entrará en vigor el viernes 8 de enero y se extenderá hasta el 7 de febrero en Tokio y en las prefecturas de Saitama, Kanagawa y Chiba, lo cual abarca alrededor del 30% de la población del país.
Con la nueva medida que afrontará la nación, los gobiernos locales podrán asumir mayores competencias dentro de sus jurisdicciones, ya sea decretando confinamientos obligatorios, o el cierre de establecimientos no esenciales, como bares y restaurantes, señalados por el Ejecutivo como focos de contagios; sin embargo, las escuelas permanecerán abiertas.
“La pandemia ha sido más dura de lo que esperábamos, pero tengo la esperanza de que podamos superarla”, dijo Suga en una conferencia de prensa televisada. “Para que esto suceda, debo pedir a los ciudadanos que soporten la vida con algunas restricciones”, agregó.
No obstante, el Gobierno tiene previsto ofrecer una ayuda de 60.000 yenes (unos 470 euros) para que establecimientos de hostelería se acojan a las nuevas medidas que incluyen limitación de aforo, horarios, y restricciones a la venta de bebidas alcohólicas, informa la agencia de noticias Kyodo.
Récord de contagios
En las últimas 24 horas, Japón registró por primera vez más de 6.000 casos de coronavirus, lo cual ha provocado un duro revés para los índices de popularidad del primer ministro Suga, quien asumió el cargo desde mediados de setiembre tras la renuncia de Shinzo Abe por enfermedad.
La reacción del Gobierno nipón fue decretar mayores y más estrictas restricciones, en un intento por preservar la economía, llegando incluso a promover e incentivar los desplazamientos internos para impulsar el turismo local, tras la recesión que enfrentó el país por el confinamiento de abril.
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