Ayabaca y Huancabamba: 17 años de lucha en defensa del agua y el ambiente

También del olvido de la agricultura, la ganadería y el turismo

Ronderos de Ayabaca / Foto: Cutivalú

Este año dos multitudinarias marchas, una en Huancabamba y otra en Ayabaca, han ratificado la posición de la población altopiurana en contra de los proyectos mineros que amenazan las fuentes naturales de agua, puntualmente contra la empresa Río Blanco, que pretende explotar yacimientos de cobre.

Fue en la década del 90 que se determinó la existencia de estos yacimientos en los territorios ancestrales de las comunidades campesinas de Segunda Cajas, en Huancabamba; y Yanta, en Ayabaca; pero recién hasta el 2002 la empresa Monterrico Metals mostró las intenciones formales de explotarlos.

Desde entonces, los ciudadanos y ciudadanas integrantes de las comunidades y rondas campesinas de Ayabaca y Huancabamba; vienen luchando contra los inversionistas extranjeros, el abandono del Gobierno Central, e incluso, hasta entregar su vida por la defensa de su territorio.

#PARO #AYABACA | Ayabaquinos inician recorrido hacia Plaza de Armas para manifestar su rechazo a la minería.

Gepostet von Radio Cutivalú am Mittwoch, 12. Juni 2019

 

Ellos fueron Reemberto Herrera, muerto en el 2004 durante una marcha; Melanio García, torturado y asesinado en el 2005, en el campamento del proyecto minero en ese entonces denominado Majaz.

Luego la empresa Monterrico, vendió sus capitales a la empresa china Zijin, la misma que denominó el proyecto como Río Blanco,  y desde entonces busca concretar la explotación de cobre en territorios campesinos.

En tanto, en el 2009 en el caserío de Cajas Canchaque (distrito El Carmen de la Frontera), cuando la comunidad se opuso al trabajo de la ONG Integrando, vinculada con minera; mueren dos ronderos, Vicente Romero Ramírez y Cástulo Correa Huayama; por impactos de bala y seis personas son heridas.

“Nosotros venimos desde lejos, arriesgando nuestras vidas. No venimos por un beneficio personal, sino por el bien de nuestros pueblos, de nuestras comunidades, de nuestros hijos. Por ellos, Huancabamba y Ayabaca siempre permanecerán unidos”, expresó la rondera, Amanda Cruz Campos.

Son vulnerables no porque les falte voluntad o valentía, sino porque el Estado no les brinda las mismas oportunidades para acceder a derechos como la salud.

“Yo soy madre, y lo que quiero es dejarles a mis hijos un ambiente saludable. Estamos defendiendo nuestra madre tierra y lo que quiero decirle a Río Blanco es que no comemos oro”, dijo la dirigente Isela Torres Castillo, dirigenta comunal.

Los campesinos y ronderos le recuerdan al gobierno la decisión por más del 90% de la población de Ayabaca y Huancabamba, le dijo no al proyecto minero, y más bien le piden que apoye como corresponde a la agricultura, la ganadería y el turismo.

“Los ronderos estamos en la defensa del medio ambiente, no es posible que sin consulta previa nos quieran invadir. Exigimos que se respete la consulta vecinal y que apoyen con infraestructura agrícola”, dijo el ciudadano Gálvez García.

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