Politóloga Paula Távara: las protestas sociales son el punto de quiebre del presidente Pedro Castillo

La magister resaltó que la situación es “crítica y es muy difícil que el ejecutivo pueda salir de esto”. Ha llegado tarde a un conflicto que ha durado muchos días y además ha llegado dando manotazos ciegos, no sabe cómo resolverla ni cómo mediar.

Si hasta “ayer” el argumento era “no me dejan gobernar” “intentamos hacer política, pero estamos aprendiendo”, tomar una medida represiva, (como el toque de queda del 5 de abril) que envía a todos a casa sin tener claro cuáles son las otras medidas que se piensan tomar, crea un nivel de incertidumbre y de distancia que se incrementa.

Pero la politóloga María Paula Távara Pineda también criticó a la oposición porque de manera irresponsable llamó a la gente a desobedecer al presidente de la república. Tal vez, dijo, esa era la cuota de sangre de la que habló en un momento el ex vicealmirante de la marina y hoy congresista Jorge Montoya

¿Dónde están los congresistas?

La Magister en Políticas Públicas y Sociales se preguntó dónde están los congresistas quienes deberían estar como mediadores en cada una de sus regiones haciendo su tarea de representación. En esta crisis hay dos responsables políticos por los menos: ejecutivo y congreso, explicó.

¿Que se vayan todos?

Agregó que la voz pública es que se vayan todos, pero no hay que olvidar que, si el presidente Castillo es vacado, tenemos a la vicepresidente Dina Boluarte y necesitamos saber qué ocurriría con una sucesión democrática para no agudizar la crisis

Cuando se le consultó que Dina Boluarte está acusada e inmersa en una investigación, explicó que eso tendrá su propio proceso, sus propios tiempos y negociaciones.

Sólo se necesitan 44 votos

Lamentablemente, dijo, el congreso no negocia pensando en el bienestar colectivo, sino por intereses particulares. Por ello es que en estos momentos en el país para ser presidente se necesitan 44 votos (ni siquiera se necesita ser el mejor o estar capacitado) y el presidente Castillo puede estar perdiendo sus 44 votos que le garantizaron su permanencia en el cargo

Autogolpe fujimorista

Paula Távara sostiene que a partir del 5 de abril de 1992 con el autogolpe de Alberto Kenya Fujimori Fujimori observamos que se deshizo la idea de lo que era un partido político programático; es decir un partido con un proyecto serio sobre qué es lo que el país necesita para funcionar adecuadamente.

De esa manera, prosiguió María Paula Távara, se implanta una política personalista, sin programa de gobierno, guiada por el clientelismo y por eso ahora no vemos partidos; vemos sólo rostros. Se pueden cambiar de símbolos para cada elección, pero con los mismos rostros. Partidos a los que le preguntas cuál es su mirada o programa de país y muchas veces no lo tienen claro.

Cuando gana Fujimori, prosiguió, tenías partidos políticos débiles y en crisis, pero existían opciones para reconfigurar el panorama: o nuevos partidos o fortalecer los que estaban. Sin embargo, lo que ahora existe son “marcas” que ya no representan ideas para la ciudadanía

Tejido social

María Paula Távara reconoció que siempre hemos tenido un Estado débil y ausente; pero si por veinte años seguidos construyes una sociedad personalista, a la que le dices “tú sal adelante como puedas, no importan los demás”. Cómo le pides que tenga espíritu colectivo, cómo le pides que se preocupe por los demás, que al momento de elegir no sólo piensen en su beneficio personal, sino en beneficio de la comunidad.

¿Cómo salir de esta situación?

Ante esa pegunta, la politóloga explicó que no hay recetas; pero una posibilidad es trabajar reformas políticas (que el congreso se las está trayendo abajo) y plantear salidas serias y profundas y no sólo cambios de cara. Esto no acabará pronto, pero el Perú ha salido de situaciones iguales o peores a lo largo de su historia, concluyó.

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