Policía piurano murió por Covid en Lima y familia denuncia presunta negligencia de la Sanidad

Son muchos los policías que mueren por el nuevo coronavirus. En esta oportunidad se sumó a esta lista, el suboficial PNP Gian Carlos Champa Palacios, natural de Chulucanas que laboraba en la comisaría del distrito de Ate, en Lima.

El joven policía ingresó al hospital de la PNP, Augusto B. Leguía, en Lima, a mediados de mayo, pues le dolía la garganta y le faltaba la respiración, pese a que dos pruebas que la PNP le aplicó, arrojó negativo.

Su tío, Ricardo Aquino, contó a Cutivalú que en el hospital B. Leguía le pusieron el oxígeno, sin embargo, los médicos de este nosocomio les dijeron que su estado de salud “era estable, pero delicado”, sin darle mayores precisiones.

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Don Aquino cuenta que a partir ahí, fueron tres semanas de odisea en la que, había días que les pedían medicinas y rápidamente la familia se movilizaba para conseguirlas. “Sólo un policía en la puerta del hospital las recibía”, recuerda el tío de Gian Carlos.

Lo más preocupante para la familia era que su sobrino continuaba con el dolor de garganta y le faltaba la respiración, por lo que se preguntaban: ¿Qué estaba pasando? ¿Qué se tenía qué hacer? Sobre todo porque el efectivo era obeso, un factor de alto riesgo ante el coronavirus. Pero, nadie del hospital B. Leguía, ni de la Policía, les daban una respuesta.

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Fue la madrugada del martes 9 de junio, cuando el suboficial Giancarlos Champa le envía a su familia un mensaje whatsapp, diciéndoles que lo quieren trasladar por emergencia a una clínica, sin darle mayores explicaciones.

Horas después, a las 10:00 am, una doctora de apellido Ochoa llama a la familia confirmando que era urgente trasladar al efectivo a una clínica, pues necesitaba entrar a cuidados intensivos, área médica que el hospital de la PNP, Augusto B. Leguía, no tenía. Sin embargo, había un problema: había que esperar la respuesta de una clínica que esté disponible para recibir al paciente.

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Para Ricardo Aquino era inconcebible que en una emergencia como esta, el hospital Augusto B. Leguía no haya actuado rápido. Cuenta que llamaron a la Sanidad Policial para ver qué pasaba. Al otro lado del hilo telefónico le contestaron que no se preocupara, que aún tenían 24 horas para trasladarlo. “¿Y si se muere?”, le increpó don Aquino muy desesperado.

Recién a las 5:00 pm les informan que su sobrino iba a ser trasladado a la clínica Meson de Santé, en Chorrillos. Sin embargo, cuenta don Aquino que desde esa hora hasta la noche salieron tres ambulancias del hospital, pero ninguna llevaba a su sobrino. La terrible noticia llegó a las 8:00 pm, un médico de apellido Catacora, los llamó para informarles que su sobrino Gian Carlos había muerto.

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Con mucha impotencia, el señor Ricardo Aquino, asegura que se pudo hacer más por parte de la Sanidad Policial, desde el día en que su sobrino ingresó al hospital Augusto B. Leguía. Don Aquino señala que la muerte de su sobrino fue por negligencia de parte del hospital Augusto B. Leguía.

Lamentablemente, el suboficial Gian Carlos Chamba Palacios, se suma a la lista de los 170 policías fallecidos por esta enfermedad en lo que va de la emergencia en todo el país, según el Ministerio del Interior. Son muchas las familias de estas víctimas que denuncian un total abandono de la Policía, aquella institución por la cual estos efectivos entregaron todo, hasta su propia vida.

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