
Después de tres años de inestabilidad política, marcada por el conflicto catalán, España cambió de color en unas elecciones en las que el PSOE resurgió, el Partido Popular (PP) tuvo el peor resultado de su historia y el ultraderechista Vox irrumpió en el Congreso al obtener 2.6 millones de votos.
Pero no podrán gobernar en solitario los socialistas de Pedro Sánchez, quien se aupó al poder en junio de 2018 tras ganar una moción de censura contra su antecesor, Mariano Rajoy, atrapado por la corrupción de su partido. Los tiempos del bipartidismo acabaron en España, y quizás para siempre.
Si bien recuperaron en las urnas mucho del terreno perdido en los últimos años, los socialistas obtuvieron el 28.68% de los votos, es decir, 123 de los 350 escaños en liza, lejos de la mayoría absoluta.
Hoy #España ha votado en defensa de los derechos y las libertades, de la igualdad y la justicia social, por un país que mira al futuro y quiere seguir avanzando. Gracias a los más de 7.300.000 españoles y españolas que hoy han confiado en el @PSOE.#HicisteisQuePasara pic.twitter.com/G1pZLyAkog
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 28, 2019
Se referían así a Albert Rivera, líder de Ciudadanos, formación liberal de centro derecha, nacida en los últimos años, una de las artífices de la ruptura del bipartidismo y que se ha adueñado de buena parte de los votos que el PP ha perdido.
Ciudadanos es hoy la tercera fuerza en el Congreso español con 57 escaños, por detrás del PP que descendió como un tren bala desde 137 curules a 66.
Gracias a todos los que han confiado en el PP y a mi partido por su trabajo. Lideraremos la oposición con responsabilidad, mejoraremos lo que no hayamos hecho bien y trabajaremos para convencer de que este sigue siendo un gran partido para mejorar el bienestar de los españoles. pic.twitter.com/R4TID001YQ
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) April 28, 2019
Fuente: Perú 21