El obispo de Jaén, Alfredo Vizcarra, manifestó y lamentó que el Estado esté ausente para frenar la minería ilegal. Dijo que en la parte de Jaén y San Ignacio del Vicariato hay presencia de minería formal, informal e ilegal y esto se debe a las facilidades que se están dando desde el Gobierno para todo tipo de intervención minera.
«Esto es un problema muy grande, aquí mismo en la parte de Jaén y San Ignacio del Vicariato también hay una presencia de minería formal, informal e ilegal y esto se debe a las facilidades que se están dando desde el Gobierno para todo tipo de intervención minera. Hay una especie de ausentismo de parte del Estado, que es quien debe intervenir, es su obligación, su deber, frenar fenómenos de actividad minera ilegal», precisó el obispo.
Asimismo, dijo que la ilegalidad es porque el modo de trabajo que utilizan es contaminante, recalcó que es quién tiene que frenar este problema es el Estado.
«Quien tiene que frenar esto es el Estado, porque es ilegal. Y la ilegalidad es porque el modo de trabajo es contaminante, ese es el problema. Se supone que los formales e informales más o menos respetan, pero aquí se declaran ilegales porque son intervenciones contaminantes», dijo Vizcarra.
Minería ilegal en Jaén
En otro momento, el obispo indicó que incluso las intervenciones formales imponen su modo de trabajo sin considerar a la población, la zona de Jaén y San Ignacio del Vicariato es agrícola, el 80% de la población es campesina y está dedica a la labor agropecuaria.
«Estamos muy preocupados en el Vicariato por toda esta avalancha que está sucediendo de presencia minera, en una zona que, eminentemente es agrícola, el 80% de la población de Jaén y San Ignacio es campesina, está dedica a la labor agropecuaria. Incluso estas intervenciones formales no tienen consideración del sentir de la población, se imponen, afectando a los ecosistemas», acotó.
Finalmente, señaló que no hay autoridad que frene las intervenciones mineras ilegales, ocasionando que la violencia social que se genera en el lugar aumente, como la prostitución, prostitución de adolescentes, trata de personas. “Este problema es grave y serio, es un abandono de población”.
Por: Diana Sandoval
