La educación es un derecho al que todo niño debe acceder, sobre todo, si esta es de calidad y si se recibe en buenas condiciones. Lamentablemente, el olvido de las autoridades cada vez es más evidente, y son los niños los más afectados.
Tal es el caso del Pronoei «Rayito de Luz», ubicado en el asentamiento humano Micaela Bastidas, en Veintiséis de Octubre, que estaba a poco de colapsar.
El pasado 20 de octubre, Cutivalú llegó hasta este centro educativo y comprobó que su techo estaba a punto de caerse, los niños no contaban con material educativo, mucho menos con agua y desagüe. A ello se le suma la carencia de juegos didácticos y un espacio donde descansar. Sin embargo, esta situación cambió gracias al apoyo de una empresa privada.
Según se pudo conocer, se mejoró el techo del centro educativo, así como los ambientes donde los menores reciben sus enseñanzas. Se donó juguetes y un tanque de agua para -por el momento – tener acceso a este servicio.
Los padres de familia y profesoras del Pronoei manifestaron que son más de 20 niños los que se verán beneficiados con esta ayuda; no obstante, no serán los únicos, dado que también servirá para las nuevas generaciones.
En ese sentido, instaron a las autoridades distritales y regionales a no olvidarse de los estudiantes y cumplir con su trabajo. «No es posible que las empresas ayuden y ellos no, tienen que pensar en el futuro del país», enfatizó un padre de familia.
