Han pasado 51 días desde que más de 1.500 familias del sector 6 del asentamiento humano Nueva Esperanza, en el distrito de Veintiséis de Octubre, han dejado de acceder al agua potable. El pozo que los abastece se mantiene inoperativo, al igual que las acciones por parte de las autoridades para frenar este problema.
Cutivalú se trasladó nuevamente hasta la zona y comprobó la crisis por la que atraviesan los vecinos, quienes se han visto en la obligación de cavar huecos en el suelo para obtener un poco de agua, pero sin éxito alguno.
Esta situación afecta a muchos adultos mayores, quienes a pesar de su edad tienen que cargar agua de otros sectores para poder utilizarla. Lo preocupante es que tienen que ingresar al hoyo realizado, exponiendo su integridad física.
“Yo tengo que sacar agua de un hueco para poder abastecerme, sino, no tengo. Es más, cuando el pozo está operativo, los problemas siguen, tenemos que sacar igual afuera del jardín para asearnos y usarla”, comentó un vecino afectado.
Agregó que tienen que madrugar casi a diario para poder obtener agua, lo cual considera un atropello a su derecho y una burla hacía todos los habitantes de Nueva Esperanza.
Los vecinos denunciaron, además, que a pesar de carecer de agua potable, los recibos siguen llegando, lo que cuestionaron y calificaron como abuso por parte de la EPS Grau. Aquí también se refirieron al supuesto arreglo del pozo que se iba a concretar, pero que solo quedó en falsas promesas.
“Ya vamos a tener dos meses que no tenemos agua y los recibos nos vienen, pero de mi parte yo no voy a pagar. El agua aquí solo cae por minutos, luego se corta y me quedo en nada”, enfatizó Hélida Cortez.
Los afectados pidieron la intervención de la SUNASS y autoridades del distrito de Veintiséis de Octubre, a fin de solucionar el problema en el menor tiempo posible.
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