Ante la llegada de la presidenta Dina Boluarte al centro poblado Pedregal Grande del distrito de Catacaos, docentes, padres y madres de familia se reunieron para alzar su voz de protesta y denunciar que, desde el 2022, la obra de reconstrucción de la I.E. N° 14041, del caserío de Narihualá, se encuentra en total abandono.
En conversación con Cutivalú, Fabián Velarde, representante de los padres y madres de familia, expresó su indignación y señaló que son más de 240 niños y niñas del nivel primario quienes se ven perjudicados por esta obra inconclusa. Además, mencionó que la reconstrucción de este plantel debió culminar en el 2022, sin embargo, ya han pasado dos años y no se ve avance alguno.
Según detalló, el consorcio Mateo, encargado de estos trabajos de reconstrucción, solo ha dejado trabajos de cimentación, que, con las lluvias de marzo, quedaron en estado más crítico.
«Tenemos problemas en las calaminas de los techos. El consorcio Mateo, encargado de estos trabajos, ha dejado la obra en cimentación. En marzo fuimos atacados por las lluvias que han oxidado la cimentación principal del proyecto. Las paredes no están al 100 % y, nosotros como padres, les pedimos presidenta hechos«, dijo Velarde.
Respuesta tardía del Pronied
En esa línea, el dirigente señaló que los niños y niñas de este colegio ahora reciben clases en un local que no presta las garantías de seguridad ni de salubridad. Indicó que no cuentan con el servicio ni de agua ni de luz, que los servicios higiénicos están en mal estado y los pozos sépticos colapsados. Además, dijo que, en medio de esta ola de calor, no cuentan con techo.
«Nos dieron unos baños portátiles que el proyecto se llevó. Entonces nos dejaron un pozo séptico colapsado, servicios higiénicos en mal estado. El 80 % de nuestro patio está sin techo. Usted sabe que, acá en el norte, estamos azotados por una ola de calor. Los techos están en mal estado. Nosotros como padres de familia estamos indignados. Ya quedan menos de 15 días para el regreso a clases y nuestro colegio está en pésimas condiciones. No tenemos agua, desagüe ni luz», enfatizó.
Agregó que se han comunicado con Pronied Lima, quien prometió darles una solución rápida, pero, a través de una documento oficial, señalaron que sería en 3 a 4 meses. «O sea, todo ese tiempo tienen que esperar los niños para regresar a clases. No es justo», aseveró Velarde.
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Por: Ana Jiménez
