Dirigentes del Consejo Regional de Maricultores de Piura, que agrupa a más de 250 organizaciones formales de la Bahía de Sechura, dialogaron con CUTIVALÚ para manifestar su disconformidad con una posible salida al mar del río Piura, lo cual corresponde a un proyecto de manejo integral de la cuenca.
El maricultor Wilmer Heredia Chávez señaló que han intentado un acercamiento tanto con el Gobierno Regional Piura como con el Ejecutivo Nacional, para dar a conocer este rechazo. Sin embargo, hasta el momento no obtienen respuesta.
Sostuvo que “no es posible que se piense en botar toda el agua del río Piura al mar, teniendo en cuenta la necesidad hídrica que tiene nuestra región para la actividad agrícola, y el posible perjuicio que generaría a la actividad pesquera y marisquera en esta bahía2.
Por su parte, el maricultor Agustín Masías explicó que la mezcla de aguas del río y el mar no les beneficia en nada. “La salida (del río) al mar reduciría la salinidad del cultivo de la concha de abanico. Si ingresan esas aguas, corremos peligro de perder la producción, porque el río se va al fondo del mar, donde se cría la semilla (de la concha)”, señaló Masías.
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Además, mostró su preocupación por lo que sería una contaminación mayor del mar de Sechura, ya que el agua del río muchas veces recoge aguas residuales, producto del vertimiento de desagües en su paso por la ciudad.
En opinión del maricultor Javier Puescas, la salida del río Piura al mar “es una solución muy facilista” para evitar los desbordes e inundaciones tanto en la zona urbana como en las rurales.
Según consideró, el proyecto de manejo integral debe incluir la construcción de un reservorio en el bajo Piura, que sea de utilidad tanto para la agricultura como para el consumo poblacional del agua.
En tanto, Claudio Collazos indicó: “en el bajo Piura hay bastante terreno para la acuicultura continental, para la crianza de especies como el camarón, la lisa y la tilapia”. Y agregó: “cuánto proyecto hay para hacer, son fuentes de trabajo que se tienen que crear, pero parece que el gobierno está de espaldas, porque no nos escucha ni piensa a largo plazo”.
