Los héroes del Santa Rosa: en primera línea contra el Covid-19 [Testimonios]

Un médico, una obstetra y una enfermera nos cuentan su lucha diaria para salvar vidas.

Han pasado 55 días desde que en el Perú se declaró la guerra al nuevo coronavirus. El gobierno central decretó el aislamiento social obligatorio y toque de queda. Sin embargo, en algunos campos de batalla un buen grupo de soldados se dispararon a los pies, pues el hambre, la necesidad, pero también la irresponsabilidad, los mandaba a la calle, a los mercados, y a los bancos. 

Piura fue uno de los escenarios con colas y aglomeraciones escandalosas. Esto provocó en parte el colapso del Santa Rosa- el hospital Covid de Piura– donde crudas imágenes muestran a pacientes recibiendo atención en pasillos, en sillas de ruedas, y hasta en la cochera. Su capacidad está al límite con 180 pacientes hospitalizados, de los cuales 14 están en la unidad de cuidados intensivos. 

Pero, ¿quiénes son los soldados que han dejado toda comodidad para ponerse un traje sofocante durante turnos de 8 a 12 horas, e ingresar a este al hospital referencial Covid-19?

La dirección de este nosocomio estima que un total de 300 personas, entre médicos, licenciados y técnicos de enfermería, licenciados en obstetricia, técnicos de laboratorio, entre otros están brindando atención a los pacientes leves, moderados y graves. 

En CUTIVALÚ recogimos los testimonios de un médico, una obstetra y una enfermera que día a día, turno a turno, ven el rostro más desolador cuando hombres y mujeres pierden la batalla; pero también el más alegre, cuando ven a un paciente recuperado y a sus familiares unidos a ellos. 

“Nunca vi, ni imagine una situación así”

En sus 30 años de servicio, el médico Jesús Juárez Eyzaguirre confiesa que nunca se imaginó vivir un escenario tan triste como la actual pandemia del Covid-19. 

Al igual que muchos profesionales de la salud, cada día acude al hospital Santa Rosa, ya sea de mañana o de tarde, y permanece ahí en turnos de 8 y hasta 12 horas. Su mayor temor: adquirir el virus y llevarlo a su hogar. Aunque, él mismo se reconforta diciendo que su formación como médico es estar al servicio de la gente, a pesar de lo dura que sea la situación.

“En mis 30 años de ejercicio como médico, nunca he visto una situación como esta, ni siquiera la imaginé. Realmente me causa mucho temor asistir al hospital y atender a los pacientes con el riesgo de contraer el virus y llevar la enfermedad a mi casa, incluso perder la vida”, cuenta a Cutivalú. 

Los protocolos de atención en esta emergencia indican que por cada 10 pacientes en hospitalización debe haber un médico y una enfermera. La misma cantidad por cada seis pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Sin embargo, los esfuerzos de los profesionales de la salud parecen ser insuficientes debido a las carencias de equipos y a las complicaciones que sufren los pacientes de manera súbita. 

“Los más difícil que nos toca ver es la cantidad de pacientes que mueren, uno tras otro; y la impotencia de ver que las complicaciones se llevan a los pacientes sin que tengamos las herramientas para detenerlas”, agrega el médico que en el 2015 encabezó la Dirección regional de salud de Piura, en plena epidemia del dengue.

A manera de mensaje, pidió a sus colegas no abandonar la atención de los pacientes en esta emergencia, tal como vendría ocurriendo, según reveló. “Hay un buen grupo de médicos que ha rehuido a la atención. Esto no dignifica a la profesión y esperamos que se encamine para que la medicina sea más humana, tal como se ha demostrado a lo largo de la historia”, dijo.

Pidió a la población ser responsables y solidarios para evitar que el contagio masivo continúe porque a su juicio las autoridades no han dado muestras de proactividad.

«Decidí quedarme en el hospital covid-19 para ayudar a todas las gestantes»

Fanny Rodríguez es una las obstetras que atendió a la primera gestante con diagnóstico covid-19 positivo que llegó al hospital Santa Rosa, y a pesar de que otros no querían tenerla cerca ella sí lo hizo. 

«Todas tenían temor a acercarse a la paciente porque tenía los síntomas y los resultados de la prueba aplicada, demoraban. La vi sola y acongojada por los dolores de parto. Mire al cielo y dije padre cuida de mí porque tengo que ayudarla. Junto a la técnica de enfermería, la atendimos, la bañamos, le cambiamos la vía y ella se sintió más tranquila», cuenta Fanny con esa tranquilidad que te da el haber hecho lo correcto. 

«Me motiva mi vocación de servicio, porque ser obstetra es eso: servir, ayudar», agrega, mientras recuerda que cuando el hospital Santa Rosa fue designado Covid-19, tuvo la oportunidad de ir a otro hospital y tener menos riesgo de contagio. Pero, decidió seguir en el Santa Rosa para ayudar. 

«Yo soy Santa Rosa. Claro que tengo miedo a contagiarme, pero decidí quedarme para ayudar a todas las gestantes referidas. Y aquí estoy trabajando y cuidándome muchísimo para no llevar el virus a casa porque tengo hijos y tengo nietos», añade. 

De 33 obstetras, sólo cinco quedaron asignadas al Santa Rosa. Ella cree que lo más difícil de la pandemia es que el sector no se preparó lo suficiente y eso ha dificultado la atención de los pacientes.

«Necesitamos prepararnos para futuras pandemias, tener un plan bien estructurado y trabajar sin discriminar a nadie. Todo los profesionales de la salud deben estar preparados y protegidos», expresó Fanny Rodríguez. 

Destaca que las gestantes que dan positivo a Covid-19 “están soportando la infección” y felizmente no están desarrollando una fase complicada. Por ello, pide a las autoridades trabajar de manera articulada y sobretodo, honesta, en el manejo del presupuesto. 

A la población le pidió más civismo y amor a sus familias para respetar las normas de prevención y evitar más contagios. 

«Me da miedo volver a contagiarme de Covid-19»

Llamaremos Claudia a una joven enfermera que tras contagiarse de Covid-19 en el Santa Rosa decidió ir a prestar servicio a un centro de menor riesgo. 

«El sacrificio que hago es bastante fuerte. Soy madre soltera, y junto a mi mamá tengo a mi pequeña en casa. Soy su único sustento y cuando me voy a trabajar las dejo solas. Cada día que salgo me da miedo volver a contagiarme «, revela con cierta tristeza. 

La valentía y el coraje, pero también el temor, de los profesionales de salud del Santa Rosa que están al frente en esta pandemia, solo lo conocen ellos. «Es muy incomodo usar los EPP porque son turnos de 12 horas y por la calor y el clima sudas más. No puedes ingerir alimentos y tampoco ir al baño». 

Claudia estuvo aislada 40 días porque pese a no desarrollar síntomas, sabía que podía seguir propagando el virus. Pide a sus colegas enfermeras ser fuertes y seguir luchando contra la enfermedad unidas a todos los otros profesionales de la salud. 

La dirección del hospital Santa Rosa precisa que hasta la fecha en su planilla por la emergencia del Covid-19, tienen 80 médicos entre generales y especialistas, 100 licenciados de enfermería, 110 técnicos de enfermería y cinco obstetras. Se prevé que en los próximos días contraten 150 profesionales más. 

Todos los gremios profesionales han expresado su reclamo ante las autoridades del Gobierno Regional, la Dirección Regional de Salud (Diresa) y por supuesto del Ministerio de Salud porque ya no hay mascarillas N95, mandilones y otros equipos de protección para evitar el contagio. Algo que está demás decir, es urgente que se solucione.

Dato: El director regional de salud, Víctor Távara, reveló este sábado que, a nivel regional, 200 profesionales de salud se han contagiado del nuevo coronavirus.