Pese a que desde de diciembre del año pasado la municipalidad provincial declaró en emergencia el servicio de agua potable, la situación sigue igual.
El regidor Floresmilo Ríos Rimaycuna, recordó que el 2015 se agudizó el problema de la falta de agua en la provincia, pues entre octubre y noviembre los más de 7.500 pobladores de la zona vieron paralizado en su totalidad el servicio porque el sistema está obsoleto además de las conexiones clandestinas.
“La idea era inyectar dinero y solucionar en el corto plazo este problema”, aseveró el señor Ríos Rimaycuna. Por su parte, el concejal Florencio Calva lamentó que el gobierno central no haya cumplido con apoyar con las cisternas, como se había comprometido, y la población esté desabastecida.
En ese sentido, Florencio Calva Calle responsabilizó al alcalde Humberto Marchena de esta situación, por lo que le exigió que como autoridad tome decisiones y encuentre solución al problema, pues su promesa viene desde el 2007, sin embargo no hay un servicio de calidad.
A su turno, Antonio Seminario Mijahuanga, jefe de la Subgerencia de Agua Potable y Saneamiento, recordó que en noviembre del 2015 se elevó un informe en donde se detallaba el estado situacional del sistema e indicó que entre el 2009 y 2010 se ejecutó dicho proyecto para mejorar la línea de impulsión, así como el cambio de redes domiciliarias, pero hasta el momento la obra no funciona.
Entre ayer y hoy se instalarán dos electrobombas para mejorar el servicio de agua potable y garantizar los dos turnos. El monto invertido asciende a 143.000 nuevos soles.
“Estamos evaluando el personal porque el sistema de agua y saneamiento es complejo, por ello mi recomendación es contratar personal que trabaje toda la semana», aseguró el jefe de la Subgerencia.