Las adolescentes víctimas de violación pueden revivir el abuso durante el parto

“(Para una menor víctima de violación) el parto es revivir el evento traumático, recordar toda la situación e incluso imaginarse al violador, porque esto estimula muchas cosas dentro de ellas”. De acuerdo con la coordinadora del proyecto Construyendo Juntos Proyectos de Vida, psicóloga Isabel Requena Barreto, las consecuencias de una violación se manifiestan a lo largo de la vida de las víctimas.

Para la psicóloga, la gestación, el parto y postparto producto de una violación son etapas claves en el impacto emocional que viven quienes han sufrido de abuso sexual. Según Requena Barreto, la mente de una adolescente no ha madurado a diferencia de la de una mujer que ha decidido ser madre.

“(Durante la gestación) pasa por la mente el suicidio y se va a cuestionar. Sabemos que es un proceso hormonal y su cuerpo (de una niña abusada) no está preparado para un embarazo, va a tener dolor de espalda, nauseas, entonces pasan muchas cosas por su mente como culpabilidad, ansiedad, tiene sueños, pesadillas”, explicó la especialista. Incluso, sostuvo la psicóloga, las víctimas de violación pueden identificar al feto como un monstruo relacionado con un hecho que las lastimó.

Por otra parte, luego de dar a luz puede haber cierto rechazo hacia el o la bebé durante la lactancia o en su crianza. Para Requena Barreto esta actitud es normal en víctimas de violación y no responde al desamor, sino que el rechazo es compulsivo.

Consecuencias en las relaciones afectivas

El abuso sexual puede traer consecuencias en el ámbito social y afectivo de las víctimas, sobre todo si son niñas o adolescentes. “Pueden aislarse de las demás personas, tener problemas para relacionarse más que todo con la figura del hombre porque ya lo identifica como un agresor, como alguien que hace daño”, precisó Requena Barreto.

En otro momento, indicó que las relaciones sexuales posteriores también se ven afectadas. Según dijo, la líbido de algunas víctimas puede incrementarse con el tiempo o caer en la hipersexualización.