Entre el dolor y la incertidumbre: el drama de las familias piuranas con pacientes COVID-19

El martes 28 de abril fue un día más para muchos en cuarentena, pero no para al menos cuatro familias piuranas con pacientes positivos al Covid-19. Al dolor por la pérdida de sus seres queridos en medio de esta crisis, debieron sumar el “maltrato” frente a un sistema de salud débil desde hace varios años, pero también indolente que una mañana les dice que su familiar ha sido dado de alta, y al día siguiente que ha fallecido.

Por Cindy Chanduvi

Piura ha sido objeto de señalamientos, burlas, memes y hasta tendencia en las redes sociales por el alto desacato al aislamiento social decretado por el Ejecutivo, las aglomeraciones sin respetar el distanciamiento social, y por la culpa de un puñado de gente que la semana pasada protagonizó largas colas para comprar cerveza.

Incluso, para el presidente de la República, Martín Vizcarra Cornejo, la tierra de Grau y su gente ha sido merecedora de sus regaños y llamados de atención durante los discursos que brinda casi a diario en televisión nacional.  

Pero, de lo que muy poco se habla es que la segunda región más poblada del país inició el manejo de esta crisis con 10 ventiladores mecánicos para pacientes Covid-19, ahora son 17; casi la mitad del periodo transcurrido desde el primer caso confirmado el 15 de marzo, Piura ha dependido del Instituto Nacional de Salud de Lima para la aplicación de pruebas. Sumado a ello, la falta de capacidad de las autoridades regionales para manejar la pandemia, y la ausencia de un asesoramiento técnico del Comando Covid Nacional que creó el Ejecutivo para acompañar a las regiones con brotes más altos, y que no se entiende por qué demoró en venir a Piura. 

Todo los antes mencionado se refleja en las escenas dolorosas que se han vuelto pan de cada día en los exteriores de los hospitales de Piura. Familias a las que hoy les toca afrontar el dolor de perder a un ser querido en esta situación sin precedentes, pero también el precario sistema de salud, el maltrato y hasta presuntas negligencias en la atención médica. Es el caso de cuatro familias piuranas, cuyos testimonios recogemos en esta nota.

 Alegría efímera

Son las 10 de la mañana del martes 28 de abril, un día que se torna confuso para un par de hermanos parados en los exteriores del hospital Santa Rosa de Piura sin que nadie les dé razón sobre el paradero de su padre. Son los hijos del alcalde del centro poblado de Casagrande (La Arena), que ingresó al nosocomio tres días antes tras sufrir un derrame facial y ser diagnosticado con el nuevo coronavirus.

“Mi papá se desmayó a las 4 de la madrugada del viernes (24 de abril), su carita se le volteó y su pierna no le reaccionaba. El personal de la posta de Casagrande no quiso atenderlo por temor al covid. Luego llegó el personal del centro de salud de La Arena para aplicarle una prueba rápida la cual dio positivo (…) A partir de ello, mi padre fue llevado al establecimiento de Catacaos, donde esperamos en vano, para que recién en la tarde lo deriven al Santa Rosa donde ingresó a las 4:30 de la tarde”, narra Julio Fernández, hijo mayor de la autoridad. 

Doce horas pasaron para que el alcalde de 73 años ingrese a este nosocomio donde no saldría con vida. 

 La familia asegura que el sábado 25 de abril, alrededor de las 2.00 de la tarde, un médico les informó que su padre tenía una leve mejoría y por ello fue cambiado de la UCI 1 a la UCI 2. El domingo, las noticias fueron más alentadoras porque les dijeron que había sido trasladado a hospitalización. “Nos sentimos aliviados, contentos de que nuestro padre estaba recuperándose”, cuenta Julio, mientras su tono de voz va cambiando cuando recuerda que la alegría fue efímera, porque al día siguiente les informaron que no hallaban a su progenitor. Luego, que le habían dado de alta desde el sábado. 

Desde ese momento, los hijos del alcalde advirtieron que algo no estaba bien. Preguntaron, exigieron respuestas, pero no obtuvieron mayor información. El martes 28 de abril a primera hora un policía de la comisaría de San Martín los acompañó al hospital. «Aquí el director Edwin Chinguel mantuvo ante el efectivo, la versión de que mi papá había sido dado de alta». Esa tarde Julio denunció ante los medios de comunicación la desaparición de su padre en el hospital. 

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La desesperación dio pase al dolor e indignación. Horas más tarde, el director confirmaba a una periodista de un diario local que el alcalde había fallecido a las 6 de la mañana del martes. Pese a que la información circuló en las redes sociales, a la familia la noticia le fue comunicada de manera oficial, recién la tarde del día siguiente.

 «El director del hospital Santa Rosa, Edwin Chinguel Pasache, se reunió con los familiares del alcalde de Casagrande, y a nombre de la institución se solidarizó con la familia comprometiéndose a dar todas las facilidades para las exequias correspondientes», se lee en una nota de prensa colgada en el facebook del nosocomio la tarde del último miércoles 29 de abril.

“Nos sentimos mortificados por el actuar del director del hospital, por no dar las noticias a los familiares de manera oficial (…) es una burla que nos digan tu papá está en el nosocomio, luego que le han dado de alta, cuando no era verdad. Estoy seguro que si buscamos en las cámaras de seguridad entenderíamos qué ha pasado con mi padre”, expresa el hijo mayor del alcalde de Casagrande, dolido e indignado por el final que tuvo su progenitor.

 Hace tres semanas el hospital Santa Rosa fue designado por las autoridades como el hospital Covid de la región Piura con una capacidad actual de 200 camas hospitalarias y 17 camas en UCI. Pese a las quejas de los pacientes y personal de salud de otros establecimientos, el director regional de Salud, Víctor Távara Córdova, y el director del hospital, Edwin Chinguel Pasache, han negado en más de una oportunidad, que este establecimiento haya colapsado. 

Fuentes confiables en el Santa Rosa revelaron a Cutivalú que si bien hay camas disponibles, el problema son los pocos equipos médicos y personal de salud para asistir a los pacientes que requieren una atención especializada.  

“No hay ventiladores, no hay balones de oxígeno suficientes. Especialistas en UCI habrán tal vez 10. Los especialistas en medicina no pasan de 10. En cirugía, anestesiología, pediatría y ginecología, deben tener tal vez unos 5 especialistas. Los demás son médicos generales que entre medicina y triaje no pasan de 30. Por ahora estamos reclutando personal. Algunos licenciados de enfermería se están incorporando, pero habían muy pocos; en medicina ya están uno por cada 10 hospitalizados», cuenta la fuente. 

Unidad de Cuidados Intensivos UCI) del hospital Santa Rosa de Piura.

 Hace unos días el Hospital Santa Rosa también se refirió a este punto y a través de un comunicado dejó entrever que no tienen el personal suficiente. «El hospital requiere del personal capacitado y entrenado para la atención, cuidado, monitoreo y recuperación de pacientes. Seguimos capacitando a muchos profesionales que ingresarán a laborar en las diferentes áreas covid-19, así como a los que ya están trabajando jornadas completas», se lee. 

“Morirán en las puertas de los hospitales”

 La revelación de los médicos del hospital Santa Rosa hallaría sustento en lo ocurrido con “Súper”, un técnico electrónico de la orquesta piurana Armonía 10 que el martes 28 de abril – mientras los hijos del alcalde de Casagrande buscaban desesperadamente a su padre- moría en la puerta del nosocomio por una supuesta falta de camas para su atención.

“Enviamos nuestras condolencias a la familia y amigos de quien en vida fue, E.R.C. (33), quien ha fallecido a causa del COVID_19 en la ambulancia a las afueras del hospital Santa Rosa Piura, porque el nosocomio ya no tiene espacio para albergar más pacientes (…) Hacemos llamado a las autoridades, todos los hospitales de la región Piura ya colapsaron, no hay equipos, el personal de salud está infectado y los contagiados solo esperan morir. Es una lamentable realidad”, se lee en un pronunciamiento compartido por la agrupación en su cuenta de facebook. 

Esta situación evocó en muchos piuranos las palabras vertidas semanas atrás por el ministro de Salud, Víctor Zamora Mesías: “muchos peruanos y peruanas morirán en su casa, en la puerta de los hospitales y en la calle”. 

El día de hoy, la familia de Armonía 10 se viste de luto una vez más, enviamos nuestras condolencias a la familia y…

Posted by Armonía 10 on Tuesday, April 28, 2020

 

Según la Sala Situacional del Ministerio de Salud, desde el 15 de marzo que se confirmó el primer caso de Covid-19 en Piura, hasta el sábado 2 de mayo, hay 1,492 casos confirmados y 131 fallecidos. Esto nos coloca como la región con el más alto índice de letalidad con 8.78%

Sobre ello, el director regional de salud y especialistas del Colegio Médico de Piura coinciden en señalar que la alta letalidad se debe a que hay un subregistro de casos, el cual responde a la carencia de pruebas suficientes para testear a más población. Sumado, a los varios momentos que Piura se quedó sin pruebas para identificar a tiempo a los pacientes contagiados y poder aislarlos para evitar la propagación del virus.

“Morir dos veces” 

“Solo Dios sabe cuánto he llorado cuando me enteré que mi madre estaba muerta (…) llegaré hasta las últimas consecuencias porque si no hay justicia en la tierra, hay justicia en el cielo”. Palabras expresadas con la voz entrecortada y que fueron escuchadas por todas las personas que se hallaban en el exterior del hospital Santa Rosa la mañana del martes 28 de abril, día en el que Cristian Chumacero perdía a su madre a causa del Covid-19. 

La madre de Cristian era técnica de enfermería del centro de salud de La Unión. Sus familiares presumen que aquí se habría contagiado luego de atender al primer paciente con Covid de ese distrito bajopiurano.

Lo que le tocó vivir a Cristhian Chumacero y a su padre es duro y hasta aterrador. A ambos les dijeron que su ser querido estaba muerta. Horas más tarde, que estaba viva, pero necesitaba un respirador artificial. “Corrí a buscar uno, lo conseguí en Carita Feliz (clínica), pero cuando regreso me dicen que mi madre acaba de morir. Que ahora sí había fallecido. Qué es esto. Han jugado con nuestros sentimientos”, narra con amargura el hijo de la técnica de La Unión que ha anunciado una denuncia penal contra los médicos por presunta negligencia.

#Emergencia‼ OTRO TESTIMONIO DE FAMILIAR DE FALLECIDO EN HOSPITAL SANTA ROSA DE #PIURAUna técnica de enfermería estuvo 11 días en este hospital. El día en que la dan por muerta estaba viva y horas más tarde oficializan su deceso. "Murió en carpas, sin respirador artificial porque no habían", denuncian sus familiares. Sin embargo, la #Diresa y la dirección del nosocomio aseguran que aún tienen camas equipadas con estos artefactos. ¿Qué está pasando en el Santa Rosa?(Vídeo: Exitosa Piura)#QuédateEnCasa 🏠🙏 #CutivalúTeInforma

Posted by Cutivalú Piura on Wednesday, April 29, 2020

En Piura, 826 enfermeras laboran en las áreas Covid de los hospitales, según informó la decana del Colegio de enfermeras de Piura, Vilma Sulca Camargo. De ellas, 10 han dado positivo a la enfermedad y otras 96 estuvieron en cuarentena por tener contacto con pacientes contagiados. «Somos las enfermeras las que estamos frente a los pacientes todo el tiempo, no nos pueden enviar a la guerra sin equipos de protección», cuestionó Sulca, días atrás.

El testimonio de Cristhian Chumacero sirvió para que familiares de otros pacientes también denuncien falta de seriedad y transparencia del hospital al momento de informar sobre la salud de los pacientes Covid. El horario que establecieron de 1 a 3 de la tarde para que los galenos brinden información no se cumple, añaden. 

El Colegio Médico de Piura (CMP) y la Federación Médica de Piura (FMP) han emitido varios comunicados en los que advierten el colapso de los hospitales y piden un cambio de estrategia enfocada en el tratamiento sindrómico, fortalecimiento del primer nivel de atención y de la comunicación social. “Hemos pedido también a la Dirección regional de salud que sincere el estado de los hospitales porque estos ya no dan para más”, señaló el secretario del CMP, Cristhian Requena Palacios.  

Sin protocolos

Pero el drama por el servicio de salud en Piura en el marco de la pandemia, no es exclusivo de los familiares con diagnóstico confirmado de Covid- 19 y de eso puede dar fe don Miguel Arámbulo y su esposa gestante.

Ambos llegaron hasta el local de Cutivalú Piura la mañana de ese mismo martes 28 de abril para denunciar públicamente que los hospitales de Essalud, Jorge Reátegui Delgado y José Cayetano Heredia, le negaban la atención a la gestante pese a estar en labor de parto y ser paciente de riesgo por tener 43 años. El motivo: no contar con pruebas rápidas para descartar el Covid-19. 

“En ninguno de los hospitales la aceptaban. Un médico del hospital Cayetano Heredia me dijo que sí quería él internaba a mi esposa, pero dependía de nosotros, dándome a entender que si quedaba internada podría contagiarse. Cómo puedo tener garantía de que mi esposa entró sana. Pido a las autoridades que apresuren el envío de pruebas, Yo no soy el único paciente en esta situación”, exclamó el desesperado esposo.

Advertidos de esta situación, la oficina de la Defensoría del Pueblo en Piura intervino para que el hospital Jorge Reátegui atienda el parto. 

#ENVIVO | Un desesperado hombre junto a su esposa a punto de dar a luz denuncia que en el hospital Jorge Reátegui no los quieren atender debido a que no cuentan pruebas rápidas para descartar si la señora tiene o no #coronavirus. Ellos llegaron al hospital Cayetano Heredia, donde el esposo asegura que en este nosocomio si lo pueden atender pero le han advertido que tampoco hay pruebas rápidas.

Gepostet von Cutivalú Piura am Dienstag, 28. April 2020

Cutivalú intentó conocer cuál es la dotación de pruebas rápidas y moleculares que Essalud ha enviado a sus hospitales y centros de salud en Piura, pero no hubo respuesta.

Este caso demuestra una de las principales falencias en el manejo de la pandemia en Piura, la falta de pruebas para pacientes vulnerables. Este ha sido el argumento en otros dos casos de gestantes que atravesaron situaciones similares en los hospitales de Piura.  

Aunque el Comando Covid Nacional ha establecido que la pandemia del coronavirus se enfrente unificada, es decir que los establecimientos del Minsa, Essalud, Sanidad policial y militar, además de clínicas privadas, atiendan como un solo sistema de salud, esta medida parece no terminar de cuajar, porque más allá de los esfuerzos de los buenos profesionales de la salud que están en primera línea, no hay los suficientes equipos de protección personal, ni pruebas de descarte. Tampoco, monitores vitales y ventiladores mecánicos. 

A la tierra de Grau le ha tocado enfrentar a un enemigo invisible sin armas suficientes y bajo el comando de autoridades sin el expertise que la pandemia exige.  

Un grupo de especialistas del Comando Covid Nacional llegó a Piura este viernes 1 de mayo. Liderados por la exministra de Salud, Zulema Tomas, recorrieron los hospitales de Piura y Sullana y han pedido a los directores de los nosocomios y a las autoridades regionales, lo que los piuranos venimos pidiendo hace varias semanas, sincerar la situación de la pandemia en la región para coordinar las soluciones que sean necesarias.  

También han cuestionado el alto porcentaje de piuranos en las calles en plena cuarentena. Por ello, este sábado el Comando Covid Regional, que encabeza el director regional de Salud, Víctor Távara, solicite que se ordene toque de queda total en Piura durante una semana para frenar el avance del virus. El pedido ya fue oficializado por el gobernador regional Servando García y dirigido al presidente de la República, Martín Vizcarra.

Esperemos que no sea demasiado tarde porque «las semanas más complicadas de la pandemia están lejos de terminar», según ha dicho la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es por ello, que desde el inicio de la pandemia en el Perú, y ahora más que nunca, el mejor arma que tenemos cada uno es el de quedarnos en casa.

Gore pide a Vizcarra toque de queda total en Piura por una semana para frenar virus