El síndrome de Guillain Barré es progresivo y evoluciona generalmente en una semana, advierte la especialista del Ministerio de Salud, Pilar Mazzetti.
Es necesario identificar tempranamente las primeras señales del síndrome de Guillain-Barré, como la debilidad que se manifiesta de manera progresiva y evoluciona generalmente en una semana atacando el sistema nervioso.
“Debemos estar alerta cuando empieza la debilidad y esta va ascendiendo. No es lo mismo tener un problema circulatorio y luego sentir unas horas de debilidad. El Síndrome de Guillain-Barré no dura unas horas y luego mejora, es progresivo y evoluciona en varios días”, indicó la neuróloga Pilar Mazzetti, directora del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN) del Ministerio de Salud.
Señaló que el Ministerio de Salud ha formado un equipo de respuesta rápida que permite tener información actualizada de los casos recientes.
“Casi dos tercios de los casos son los típicos: debilidad bilateral simétrica que empieza por los miembros inferiores (las piernas), pero hay otro grupo de pacientes que se está detectando con este brote que tiende a comenzar sobre todo por los miembros superiores y eso nos permite estar más alertas”, sostuvo.
En ese sentido, detalló que a la primera sospecha se debe acudir al establecimiento de salud para no tener complicaciones respiratorias. Asimismo, recibir tratamiento rápido puede permitir interrumpir el proceso o disminuirlo.
La especialista señaló que cuando una persona llega al médico con sospecha del Guillain-Barré puede pasar por algunas pruebas y análisis para conocer su estado de salud, más no para diagnosticar el síndrome.
“Los pacientes han proporcionado muestras de sangre, de orina, de secreciones, del líquido encéfalo raquídeo que nos permite buscar qué agente, dos o cuatro semanas atrás, pudiera haber sido el desencadenante de este cuadro de respuesta un poco rara”, sostuvo.
Pilar Mazzetti añadió que el Guillain-Barré es un síndrome: un conjunto de signos y síntomas, de los cuales aún no se puede saber la causa.
“Es un problema de nuestras defensas que hace que algunas personas sean más propensas; luego de haber pasado por una infección viral, digestiva o respiratoria”, añadió.