Te presentamos el comentario de hoy:
Por: Ortelia Valladolid Bran, coordinadora de Incidencia y Desarrollo de Cutivalú
La tecnología avanza a pasos agigantados y las consecuencias sobre cómo está invadiendo la vida de todas y todos es polémica. El Informe Anual de Trata de Personas (TIP), del Departamento de Estado de Estados Unidos, pone en alerta cómo la tecnología digital tiene un profundo impacto en el aumento de víctimas del delito de trata de personas.
Se estima que, en todo el mundo, 27 millones de personas son explotadas en el trabajo, los servicios y el comercio sexual. Las principales formas de captación que muestra el informe son: la fuerza, el fraude y la coacción. Por otra parte, a las víctimas se les obliga a trabajar en campos, fábricas, restaurantes, bares, cantinas y residencias. Los traficantes se aprovechan de las personas más marginadas y vulnerables del mundo para obtener beneficios. En este contexto, el internet y las redes sociales posibilitan la captación a las víctimas.
El Perú no es ajeno a esta realidad, siendo este uno de los ámbitos de estudio del informe indicado. Al igual que en los otros países, la población más afectada en la capacitación a través de redes sociales son las niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Por ejemplo, la captación suele hacerse a través de solicitudes de amistad con falsos perfiles, videojuegos, apuestas online entre otros. Las personas captantes se ganan la confianza para lograr citas presenciales, iniciando la tortura y la explotación sexual, laboral u otra de muchas personas, especialmente menores de edad.
Es importante señalar algunas recomendaciones que ayuden a poner en alerta este escenario, así como mejorar el uso de las redes sociales, tales como:
- Aceptar solicitudes de amistad solo a personas conocidas
- Poner perfil en público solo para amistades
- No compartir ubicación de fotografías
- No compartir información personal y familiar
- No compartir estados de ánimo en situación de depresión, tristeza, angustia, preocupación, molestia, entre otros.
- No abrir link de dudosa procedencia
- Consultar y seguir cuentas formales y verificadas
- No acudir a entrevistas laborales de manera individual, hacer investigación previa.
- Entre otras
Es preciso que en las instituciones educativas se realicen asesorías respecto al adecuado uso de las redes sociales o páginas web. Asimismo, la familia debe poner atención a la vigilancia de hijas e hijos menores de edad, lo que constituye tener normas de convivencia claras.
También es necesario promover un ambiente familiar sin violencia, sin discriminación, con respeto entre todas y todos sus integrantes. Las niñas, niños y adolescentes están en riesgo. ¡Actuemos ya!
Este comentario llegó gracias al proyecto «Tu vida no tiene precio, denuncia la trata«. Te invitamos a leer nuestro próximo comentario.