Una niña de casi dos años es asesinada por su padrastro en Sullana

Cutivalú

Una inocente bebé de 23 meses de edad fue brutalmente asesinada de varios golpes en su frágil cuerpo cuando se encontraba al interior de una vivienda donde también estaba su madre y la pareja de su progenitora en el Centro Poblado de Mallares en el distrito de Marcavelica (Sullana).

El infanticidio ocurrió la madrugada del martes. Según narró en un primer momento, Milagros Yangua Ávila (20), madre de la pequeña Belén, la bebé se habría atragantado por lo que al verla “moradita” la llevó hasta el Hospital de Apoyo II de Sullana. Sin embargo, los médicos solo se limitaron a certificar su deceso conduciendo el cuerpo hasta la morgue del Ministerio Público.

Grande fue la sorpresa del necropsiador y del representante del Ministerio Público Frank Malca Roque que el resultado de la necropsia arrojó que la causa de la muerte de la infante no fue un atragantamiento ya que presentaba fractura de bóveda craneana, es decir habría recibido un golpe fuerte.

Según la Policía al parecer intentaron reanimar a la bebé presionando su corazón lo que fue peor ya que la pequeñita había muerto, incluso la habrían tratado de echarle agua para reanimarla, pero todo fue en vano.

Ante estos resultados, la madre de la occisa pasó de ser testigo a detenida y luego de varias horas y tras la confrontación de su mamá Rosa Ávila consiguió que la última de sus tres hijas confesara lo que había pasado con su pequeña nieta. Milagros sindicó como asesino a su nueva pareja Hilton Piñarreta.

Según la declaración de la madre, esa madrugada se despertó y al ver que tanto su niña como su pareja no estaban en la cama junto a ella se levantó y acudió al baño donde se encontraba Hilton con la bebé en sus brazos, totalmente morada y sin vida. Luego de ser amenazada, habría dado la versión de atragantamiento.

De inmediato la Policía armó un operativo para la captura de manera inmediata del principal sospechoso acudiendo un grupo de policías hasta el centro poblado de Mallares interviniéndolo en flagrancia cuando se encontraba en su trabajo.

Al momento de la intervención un grupo de personas intentó interferir en la detención arrojando piedras al patrullero terminando con el parabrisas roto.

En tanto, la noche del martes en la comisaría de Sullana, un grupo de enardecidos familiares de la pequeña niña esperaban al intervenido para hacer justicia con sus propias manos. Sin embargo, la Policía tuvo que ingresar por la parte posterior de la delegación policial, al interior la abuela paterna de la bebé lo jaló de los cabellos en señal de impotencia.

Fuente: El Tiempo

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