La pandemia del nuevo coronavirus está mostrando el rostro más desesperado. El panorama es desolador, profesionales de la salud viendo morir a sus pacientes, familiares llenos de incertidumbre en las afueras de los hospitales, y otros corriendo de un lugar a otro en busca de un ventilador o un balón de oxígeno.
Conseguir oxígeno en esta semana de la pandemia se ha convertido en una misión heroica en esta región del norte, y en la que el dinero hace la diferencia entre, ver a tu familiar aún viviendo, o ver que su vida se apaga entre con cada minuto.
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Ese es el drama de Laila Villavicencio y su familia, quienes el último jueves vivieron momentos de desolación al ver a su abuela de 75 años estaba con la suerte echada. Llevaba algunos días con síntomas del nuevo coronavirus, pero esa mañana su respiración se apagaba cada vez más rápido.
Buscaron ayuda en el hospital covid-19 Santa Rosa, donde les dijeron que si la trasladaban podía morir en la ambulancia y, que si llegaba con vida, en el hospital no habían camas, no había ventiladores y tampoco balones de oxígeno para que viva. “Nos dijeron que lo mejor era que esté en casa, insinuándose que era preferible que muera en su casa a que muera en el hospital”, narra a Cutivalú.
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Por la tarde, buscaron ayuda con otras instituciones y contactos, y se logró que la evalúen en una clínica privada. Ya estabilizada, la derivaron nuevamente a su hogar, pero con la orden que necesitaba algo vital para vivir: el oxígeno.
Laila cuenta que dos familias que acababan de perder a sus pacientes con covid, les proveyeron de dos balones abastecidos con una pequeña cantidad. Luego ya establecieron contacto con algunos proveedores quienes los vienen abasteciendo de todos los días.
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El costo. Además de las limitaciones para conseguirlo, Laila y su familia deben pagar una alta cantidad de dinero para obtenerlo. Cada metro cúbico está costando entre 20 y 30 soles por lo que cada día deben reunir 300 pues su abuela necesita 10 metros por día.
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Por ahora los familiares de esta paciente, que viven en un inmueble de Los Algarrobos, están haciendo de enfermeros y técnicos. Ellos debieron habilitar las válvulas y la mascarilla para conectar a su abuela. Solo esta instalación tuvo un costo de 1,500 soles, a ello sumarle los 370 soles del alquiler semanal del balón.
Otros momentos de preocupación son cuando se acaba el oxígeno y un proveedor no tiene, o se demora en producirlo. “Tenemos que estar llamando hasta conseguirlo”, señala.
“Mi familia es super grande, y algunos de nuestros amigos nos están apoyando, pero soy consciente que esto en un momento será insostenible. Mi abuela sigue con vida pero esto tiene un costo. Es complicado porque no sabemos hasta cuando resistirá”, dijo.
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Este es el suplicio que pasan las familias que tienen un paciente covid en el hogar y que ha desarrollado una fase complicada de la enfermedad. Laila pudo conseguir quien le provea de oxígeno pero actualmente decenas de familias buscan y no encuentran, llaman y no responden.
En Piura existen dos proveedores de oxígeno para los hospitales de Piura. Uno de ellos tiene una producción local de 100 balones diarios, y la Dirección general de medicamentos insumos y drogas (Digemid), lo autorizó a producir 100 más para abastecer al hospital Santa Rosa.
Esta producción se sumará a la que traen de Chimbote. El mismo representante de la Defensoría del Pueblo en Piura ha pedido al Ejecutivo buscar los mecanismos para dotar del oxígeno y los balones necesarios a los hospitales. Solo el Santa Rosa pasó de necesitar 80 balones diarios a 300 y luego 600.
Piura desabastecida de oxígeno para pacientes graves de Covid-19
