En lo que va del año seis mujeres han sido asesinadas salvajemente en la región Piura. Cinco de ellas a mano de los hombres que dijeron amarlas pero que terminaron arrebatándoles la vida y dejando tristeza en sus familiares.
El caso más reciente es el de María Angélica Ipanaqué Tume, de 30 años, quien luego de departir con su pareja, David García García, terminó asfixiada, quemada y enterrada en una cochera de la comunidad campesina San Francisco de la Buena Esperanza de Paita.
El padre de la víctima, José Ipanaqué, la halló 17 días después de denunciar su desaparición. La cochera era el centro de trabajo de García, quien al verse acorralado confesó su crimen.
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La Policía también investiga la muerte de una adolescente de 15 años, también de Paita, cuyo cuerpo sin vida fue hallado el último sábado 13 de julio a orillas del río Chira. La quinceañera llevaba 23 días desaparecida.
Antes perdieron la vida, Luvinda Chinchay Calle (31), madre de familia del distrito de Huarmaca que fue asesinada a balazos en el mes de enero por encargo de su expareja.
Dos meses después el cuerpo sin vida de Irma Guerrero Morales (51) fue hallado en su vivienda de Huancabamba, con signos de haber sido estrangulada y presentaba rasguños y golpes en distintas partes.
En el mismo mes de marzo fue asesinada Patricia Carolina Guerra Rodríguez (59). Su pareja le asestó varias puñaladas hasta quitarle la vida en su vivienda de la urbanización Lagunas del Chipe, en la ciudad de Piura.
La crueldad con la que han sido asesinadas estas mujeres no es suficiente para generar conciencia en las autoridades y en los potenciales victimarios y víctimas. Así lo demuestran las cifras.
En lo que va del 2019 Piura se ha superado a sí misma, pero para mal. Mientras que en el 2018 se registró tres feminicidios y 7 tentativas, en la primera mitad del presente año, ya son cinco las mujeres asesinadas y 8 las tentativas de feminicidio, según información del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).
DENUNCIAS DE VIOLENCIA
Según las cifras oficiales del Ministerio de la Mujer y poblaciones vulnerables, 3 mil 489 mujeres en la región Piura han denunciado ser víctimas de agresión física, psicológica o sexual durante este año.
Es decir, solo 960 denuncias nos separan de los 4 mil 340 casos que se denunciaron en todo el 2018.
Para Carlos Arcaya, coordinador del Centro de Emergencia Mujer (CEM) en Piura, el incremento de casos demuestra que las víctimas están tomando conciencia sobre la importancia de reportar la violencia. Por ello están trabajando de manera coordinada con la Policía.
“La violencia no se ha incrementado, ahora se está evidenciando más a través de las denuncias. La policía para nosotros es un aliado estratégico, es por eso que estamos implementando los Centros de Emergencia Mujer dentro de las comisarías”, señaló en entrevista con Cutivalú.
Arcaya agrega que el trabajo de los CEM está orientado a reducir y eliminar la violencia hacia la mujer. “Es una tarea muy difícil pero no imposible. Es por eso que estamos trabajando en todas las provincias para identificar a posibles víctimas, para lo cual estamos coordinando con algunas municipalidades”, expresó.
DEMORA EN LA BÚSQUEDA
Pese a ello el trabajo de algunos operadores de justicia, como la policía, es cuestionado. Dos de las mujeres asesinadas en Piura fueron reportadas como desaparecidas varios días antes del hallazgo de sus cuerpos sin vida, y según sus familiares la policía no actuó de inmediato para buscarlas.
Sobre ello la titular de la Segunda Fiscalía Provincial de Familia de Piura, Jastmc Merino Guerrero, recalcó que el decreto legislativo N° 1428 establece con claridad que las autoridades policiales están en obligación de iniciar la búsqueda inmediata de una mujer y menores de edad en cuanto tienen conocimiento de la denuncia de desaparición.
“La búsqueda debe ser de inmediato porque mientras más se demoren se corre el riesgo de que no la encuentres o la encuentren en condiciones no deseadas. La policía tiene que ponen en marcha todos los protocolos para personas desparecidas, como por ejemplo acudir a los medios”, dijo Merino en declaraciones a Cutivalú.
SALUD MENTAL EN CRISIS
Para el decano del Colegio de Psicólogos de Piura, Miguel Calderón Castillo, las altas cifras de violencia muestran que el problema de la salud mental no es atendido de manera adecuada desde la prevención en los colegios y centros de salud.
Calderón señaló que, de los 1,200 psicólogos colegiados en Piura, sólo 35 fueron contratados en establecimientos del Ministerio de salud y otros 35 en los colegios de jornada escolar completa del Ministerio de Educación.
“No contamos con una continuidad de labores porque siempre programan contratos por pocos meses. A pesar de la importancia de trabajar la salud mental y culminar con las acciones de prevención y diagnóstico”, declaró a Cutivalú.