Piura cuenta con un Plan Regional de Igualdad de Género (PRIG) 2023-2027. Pero para Marisol González Usquiano, vocera del colectivo Generación Orgullo, este documento carece de un enfoque interseccional que reconozca que “cada persona dentro de la sociedad, que se identifican con algún género o son no binarias, pueden sufrir discriminación por otras variables de identidad”.
“Se ha centrado en darle un enfoque de la salud desde la idea de mujeres cisgénero y heterosexuales, pero ¿qué pasa con las mujeres trans, lesbianas, bisexuales?”, cuestionó.
Según González Usquiano, esta política regional se olvida de aplicar este enfoque que analiza la interacción entre dos o más factores sociales que definen a una persona. Es decir, el tener una orientación sexual que no se adecue a la de la mayoría, una raza históricamente discriminada o bajos ingresos económicos te definen y te colocan en una situación de vulnerabilidad mayor.
“Puede ser el acceso a educación, salud, inserción laboral, reconocimiento de participación política y, en cada aspecto, lo que más se demanda es que se realicen prácticas o políticas relacionadas a la eliminación de cualquier forma o estereotipo que puede ocasionar formas de discriminación”, declaró .
Sobre demandas específicas
La vocera de Generación Orgullo menciona que “cada colectivo dentro del acrónimo LGBTIQ+ tiene necesidades particulares”.
“Las lesbianas, los gais, las personas bisexuales, trans, no binarias, intersexuales, queer, asexuales y todas aquellas que comprenden dentro del colectivo tienen demandas específicas y pretender de que toda la comunidad representa lo mismo, podría invisibilizarlas”, indicó.
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