La Dirección Regional de Salud (Diresa) Piura solicitó al Ministerio de Salud (Minsa) la entrega de más medicamentos para tratar el síndrome de Guillain Barré que en este año se ha presentado de manera más rápida. Así lo informó la directora Myrian Fiestas Mogollón.
“Hay abastecimiento de medicamentos [para tratar la enfermedad] pero además se ha solicitado una reserva en previsión de que aparezcan más casos”, declaró.
Frente a la alerta epidemiológica emitida por el Minsa ante el incremento de casos por el Síndrome de Guillain Barré, Fiestas indicó que todos los establecimientos de salud del segundo nivel han activado su plan de contingencia.
“Los hospitales de la región ya pusieron en marcha sus planes de contingencia que implica la implementación de su grupo de neurólogos, médicos pediatras si hay niños, el espacio donde se atenderá a los pacientes”, comentó.
Asimismo, precisó que la atención y tratamiento de las personas con síntomas de dicha enfermedad se realiza exclusivamente en los hospitales de la región.
“La atención es en el segundo nivel de atención no en el primero, ahí solo se realizan capacitaciones para realizar un diagnóstico precoz”, precisó. Además, sostuvo que actualmente hay disponibilidad de camas hospitalarias para atender a los pacientes con síntomas identificados.
De acuerdo al último reporte de la Diresa, los distritos donde se han identificado los casos son Castilla, Piura, Veintiséis de Octubre, La Unión, Bellavista, Sullana y Máncora.
Más del 40 % de pacientes son adultos entre 30 a 59 años, seguido de niños, adultos mayores y jóvenes entre 18 a 29 años de edad.
Síntomas de Guillain Barré
- Una sensación de hormigueo en los dedos de las manos, de los pies, los tobillos o las muñecas.
- Debilidad en las piernas que se difunde a la parte superior del cuerpo.
- Marcha inestable o incapacidad para caminar o subir escaleras.
- Dificultad con los movimientos faciales, lo que incluye hablar, masticar o tragar.
- Visión doble o incapacidad para mover los ojos.
- Dolor fuerte, que puede ser un dolor sordo, fulgurante o similar a un calambre, y que puede empeorar en la noche.
- Dificultad para controlar la vejiga o la función intestinal.
- Frecuencia cardíaca acelerada.
- Presión arterial alta o baja.
- Dificultad para respirar
Fuente: El Tiempo
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