Falta una semana para iniciar el año escolar y los estudiantes de la institución educativa 14041, de Narihualá, deberán volver a sus aulas provisionales, debido a que la reconstrucción de su colegio se encuentra abandonada. Aunque este plan de contingencia tiene la finalidad de prestar bienestar temporal a cerca de 500 niños, lamentablemente no sucede así, ya que estos salones también se encuentran en riesgo.
Narihualá: obra abandonada hace más de un año
A casi 30 minutos de la ciudad de Piura se encuentra el centro poblado de Narihualá, en el distrito de Catacaos, lugar en el que se ubica el colegio de nivel primario 14041, el cual alberga a 240 estudiantes. Desde septiembre de 2022, los alumnos tuvieron que abandonar las instalaciones de su colegio porque este entraría en un proceso de reestructuración total.
La obra, a cargo de la empresa contratista Consorcio Mateo y ejecutada por el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied), inició trabajos de demolición el 19 de septiembre de 2022. La reconstrucción del colegio tenía como plazo de ejecución 120 días calendario.
Sin embargo, Consorcio Mateo paralizó la obra en febrero del 2023, dejando un avance de tan solo el 19 %. Cutivalú llegó hasta este colegio y constató que solamente se alcanzó a limpiar la zona, realizar excavaciones y dejar las bases de fierro, las cuales, a la fecha, se encuentran oxidadas por el paso del ciclón Yaku y por las presentes lluvias que afectan cada día el material.
El problema no acaba ahí y es que, tras el inicio de esta anhelada obra educativa, los estudiantes se tuvieron que mudar a aulas de contingencia, el cual, según refieren los padres, fueron construidas por Consorcio Mateo. Aunque todo debía marchar bien, el asunto se convirtió en un malestar para los escolares y un dolor de cabeza para los docentes y padres de familia.
Aulas en mal estado
Claritza Namuche, presidenta de la Asociación de Padres de Familia (Apafa), los 240 estudiantes del colegio 14041 de Narihualá están en riesgo debido al mal estado en el que se encuentra la infraestructura de este plan de contingencia. “El mobiliario está en mal estado. Hay calaminas rotas. Está todo feo, no están tan terminadas al 100 por ciento las aulas. Esto fue lo que dejó Consorcio Mateo, la empresa que lo tuvo a cargo. [El material] es drywall y calaminas de plástico”, indicó.
La falta de agua y energía eléctrica ahonda más en este grave problema que nuevamente deberán padecer los estudiantes. A ello se suma un débil e improvisado cerco perimétrico de malla raschell, el cual pone en peligro la integridad de los escolares, así como la falta de baños y lavaderos.
“Como ven los perros pasan por ahí, está todo maltratado. Los servicios higiénicos en pésimas condiciones. Los padres de familia hemos tenido que hacer 4 baños, porque la empresa, Consorcio Mateo, nos dejó baños portátiles, que solo duraron seis meses, luego la empresa paralizó la obra y se llevó los baños”, aseveró.
Con el fin de paliar la situación, los padres de familia realizan actividades para recaudar fondos y hacer el cambio de calaminas, revestir las paredes de los ambientes educativos, ya que no tienen el apoyo de las autoridades locales y regionales. Además, buscan obtener una cierta cantidad de dinero para techar el patio del local, el cual se convierte en el enemigo diurno de los estudiantes.
Obra millonaria de colegio de Narihualá al agua
Cabe resaltar que para la obra de reconstrucción de la I. E. 14041, se destinó una inversión de S/ 3 245 482.84. Este se dividía en S/ 3 071 776.09 como monto de ejecución, a cargo de Consorcio Mateo, y S/ 173 706.75 como monto de supervisión, por Consorcio Central.
Ha pasado más de un año y los 240 niños deberán esperar por más tiempo la anhelada construcción de su colegio. Además, corren el riesgo de ser desalojados del local donde reciben clases provisionalmente, ya que Consorcio Mateo mantiene una deuda de más de un año con el propietario del terreno.
Por Daniel A. Jibaja
