Mediante un operativo en mayo y junio de este año, la Contraloría intervino 18 comisarías de Piura, y detectó que de 1185 efectivos policiales, a 888 agentes no se les realizó la prueba rápida para detectar posibles contagios por la COVID-19.
Mientras que, los 297 policías a quienes sí se les aplicaron la prueba, 171 resultaron positivos (58%). De esa cifra, un policía habría fallecido por esta letal enfermedad.
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La Contraloría también supervisó el proceso de recepción, almacenamiento y distribución de los implementos de prevención; así como el estado de los comedores de las 18 comisarías intervenidas, hallando lo siguiente:
- En 16 comisarías (89%) no se llevó adecuadamente el registro, retiro y distribución de las mascarillas y guantes descartables para el personal policial.
- En 15 comisarías (83%) se identificaron inadecuadas condiciones de almacenamiento de los implementos de prevención (falta de anaqueles o estantes, se encontraron bienes en contacto con el suelo, polvo y productos contaminantes, entre otros).
- En ocho comisarías (44%) los documentos que sustentan el ingreso de los implementos de prevención (entregadas por la Unidades Ejecutoras de la PNP) no precisan características técnicas (material, unidad de medida, tamaño, color y marca), fechas, ni responsables de la entrega y recepción.
- En cuatro comisarías (22%), hubo inadecuadas condiciones de higiene de las cocinan y los comedores donde ingieren sus alimentos los efectivos policiales.
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