Opinión: «Violencia de género en la juventud, un gran problema social»

Por: Nicolás Montoya La Torre, estudiante de la Universidad Nacional de Piura

Hoy en día es común ver a jóvenes confundir su derecho a la “libertad” haciendo mal uso de este; tal es así que el abuso del alcohol, sustancias psicotrópicas, la promiscuidad sexual, la falta de respeto por el derecho del otro, aunado a la crisis de valores en la familia y la sociedad han generado una problemática que en la actualidad afecta a las y los jóvenes de la región, convirtiéndose en un problema social: la violencia en la juventud.

Este problema se puede presentar de manera física, psicológica, económica y sexual, creando secuelas que afectan a las y los jóvenes que son víctimas. La violencia incluso puede generar consecuencias fatales, como la muerte de la persona afectada.

La mayoría de los agresores son personas cercanas a la víctima, un familiar o la pareja. Ante ello, las víctimas suelen callar por temor a represalias o a que el caso quede impune, incrementando así las acciones violentas del agresor.

La violencia como problema social debe ser tratada con seriedad por la sociedad en general. Las organizaciones, instituciones y la ciudadanía deben trabajar de manera conjunta contra este delito. En este sentido, es importante trabajar desde el hogar con los niños, pues algunos agresores también fueron víctimas en algún momento de su vida. Asimismo, es importante trabajar contra la violencia desde las escuelas, universidades e institutos, creando espacios de participación, donde se trate esta problemática que afecta a la juventud.

Este sería un uno clave para erradicar las brechas de género. Sin embargo, la violencia de género no es solo causa de desigualdad, sino que también consecuencia de ella. En muchos lugares, se ve reforzada por leyes discriminatorias y normas sociales excluyentes que socavan la independencia y las oportunidades en el ámbito de la educación y de los ingresos de mujeres y niñas.

Por ello, es fundamental fomentar vínculos de respeto e igualdad entre todos los componentes de la familia, promover el diálogo para resolver desacuerdos y que se brinde el apoyo judicial y psicológico a las víctimas de violencia.

Todos deseamos tener una sociedad donde se brinde igualdad de condiciones para todos, erradicando la problemática que afecta a las poblaciones vulnerables. Para lograr ello es necesario trabajar de manera conjunta.