Opinión: «¿Qué tiene que pasar para que podamos tratar a las personas igualitariamente?»

Por: Nidia Coronado Cornejo, especialista en proyectos sociales y económicos.

En el año 2015, tuve la oportunidad de visitar una comunidad rural muy pobre del Distrito de Tambogrande, Piura, por motivos de trabajo llegué allí, teniendo que pernoctar cerca de tres días  para levantar una información referente a la situación de la niñez en estas comunidades. Cierto día salí a recorrer las comunidades, teniendo que ir a pie de una comunidad alejada, no había movilidad en la zona, así que tuve que salir desde temprano, antes de que salga el sol, tal es así que me dirigí por un camino largo y observé en la  ladera de un canal de regadío a una niña recogiendo agua de dos recipientes mas grandes que su diminuto cuerpecito, me acerqué y le pregunté: “Hola niña, ¿cómo te llamas?”; me respondió: “me llamo Porfiria”, con una voz muy bajita y agachando la cabeza tímidamente; y luego le dije: “¿Qué estas haciendo?”; me dijo: “recogiendo agua para llevar a mi casa que queda a la vuelta”, luego le dije: “A esta hora los niños y las niñas como tú  están en la escuela, tú porque no estas estudiando?”. La niña me miró y con una sonrisa tímida me respondió: «no voy a la escuela por ser niña».

Luego de aquel encuentro pensé y me hice la pregunta: ¿Qué tiene que pasar para que podamos tratar a las personas igualitariamente? Los seres humanos tenemos el derecho de estudiar y lograr nuestro máximo potencial sin distinción, en estas comunidades pude notar que las niñas no iban al colegio, y las que iban, desertaban cuando terminaban la primaria.

La pregunta es: ¿Cómo mantener a todas las niñaS en la escuela, incluyendo a las mÁs pobres y marginadas, mejorar la calidad de la educación que reciben y empoderarlas para que asuman el lugar al que tienen derecho tanto como sus pares varones y tener igualdad de condiciones?

La pregunta es: ¿Cómo mantener a todas las niñas en la escuela, incluyendo a las más pobres y marginadas, mejorar la calidad de la educación que reciben y empoderarlas para que asuman el lugar al que tienen derecho tanto como sus pares varones y tener igualdad de condiciones? Hablemos de producto Bruto Interno, el costo de no educar a las niñas es inaceptablemente alto. Un informe de las Naciones Unidas estimó que en el 2017, el costo económico de dejar de educar a las niñas con los mismo estándares que a los niños en 65 países de bajos ingresos y medios y países en transición era de s/92 mil millones cada año. Cuando llegan a la adolescencia, en particular las niñas embarazan, continuando así el circulo de la pobreza.

Cuando las mujeres son pobres, sus derechos no están protegidos, se enfrentan a obstáculos, que pueden resultar extraordinariamente difíciles de superar. Esta situación da como resultado privaciones en sus propias vidas y pérdidas para la sociedad en general y para la economía, puesto que la productividad de las mujeres es uno de los principales motores del dinamismo económico. Si bien tanto mujeres como hombres sufren de pobreza, la discriminación de género significa que las mujeres cuentan con menos recursos para hacerle frente. Tienen mas probabilidades de ser las últimas en alimentarse, las últimas en acceder a la atención sanitaria y normalmente se ven atrapadas en tareas domésticas no remuneradas y muy laboriosas, además tienen menores opciones para trabajar o emprender negocios. La educación adecuada puede estar fuera de su alcance. Algunas de ellas se ven abocadas a la explotación sexual como parte de la lucha esencial por la supervivencia, y mientras las mujeres en su conjunto siguen sin contar con la misma representación política que los hombres, las mujeres en situación de pobreza se enfrentan a una marginación adicional que incluye la violencia,  rara vez son escuchadas,  incluso en decisiones  en su hogar, como gestionar una economía o compartir roles.

Mas aún, los perjuicios, las normas sociales y las expectativas limitan la calidad de la educación y de las asignaturas que estudian muchas niñas y mujeres, se encuentran particularmente en franca minoría en las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), y en consecuencia, en las carreras vinculadas a estas, según la UNESCO (2018), la educación de las niñas y mujeres en materia de disciplinas en ciencias, solo el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas a las STEM, en educación superior son mujeres, y se han señalado diferencias y solo el 3% de las estudiantes de la educación Superior, por ejemplo, escogen realizar estudios en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), estas disparidades de género son tanto mas alarmantes, en cuanto considero que en general, las carreras vinculadas con las STEM constituyen los empleos del futuro, la fuerza motriz de la innovación, del bienestar social, del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible. De allí que tenemos que promover necesariamente como gestores del cambio, el empoderamiento de las mujeres para que estudien y cursen carreras en el ámbito de las STEM para hacer frente a los desafíos existentes.

Sobre la base de la evidencia de la presente exposición  y los temas claros descritos , los encargados de tomar decisiones y los garantes de derechos en todos los niveles de este país, pueden tomar medidas hoy en día para garantizar que las mujeres disfruten de una educación de calidad. El rendimiento de invertir en la educación de las mujeres está muy documentado. Sin embrago el progreso para garantizar que las niñas accedan a sus derechos educativos es bajo. Ahora es momento de brindar mayor atención e inversión para la educación, el ideal es criar niños y niñas saludables y crear una sociedad mas igualitaria y justa y el empoderamiento de las mujeres como una estrategia clave para reducir la pobreza y entregar beneficios económicos para su país y un futuro prometedor.

No hay solución duradera a los principales cambios de nuestros días, desde la pobreza hasta la inestabilidad política, ninguno puede ser resuelto sin la participación plena de las mujeres del mundo.

No hay solución duradera a los principales cambios de nuestros días, desde la pobreza hasta la inestabilidad política, ninguno puede ser resuelto sin la participación plena de las mujeres del mundo. Esto significa poner atención al estado mundial de las niñas y mujeres del mundo, el brindar evidencias y hacer llamadas para la acción, puede ayudarnos a todos a avanzar hacia la igualdad de género como parte de nuestra responsabilidad individual y colectiva.

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