Opinión: «La justicia tardía no es justicia»

Por: Lic. Leyni López Vilela, comunicadora social.

La violencia sigue teniendo rostro de mujer. A mayo del 2021, según el servicio de atención urgente (SAU) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, se registraron 1924 casos atendidos de violencia hacia la mujer, frente a 536 casos de violencia hacia hombres.

Muchas mujeres no sólo pasan por situaciones violentas, sino que, al reportar el caso tiempo después, abandonan el proceso. ¿Por qué? trámites, citaciones, medidas de protección que no se cumplen y una dilatación innecesaria en el proceso que vulnera su derecho.

Para el bien y seguridad de la víctima, existen principios que deben regir ante una situación como ésta. Estos principios se someten de acuerdo a las necesidades y los intereses sociales, los operadores de justicia deben brindar celeridad en el proceso, acortar los plazos, evitar dilatar el tiempo para obtener resultados rápidos, eficaces y que, de este modo, no se revictimice, si no que las víctimas vean en la justicia una puerta abierta y presta a diligenciar dentro de sus parámetros y códigos.

Sin duda, queda mucho por hacer. Hay que seguir trabajando y no bajarle la guardia a esta pandemia, ya que no tiene cura, no hay vacuna que permita ya no tener víctimas de violencia. Los procesos demoran, pero vamos en el camino. Esperemos la buena disposición y aptitud de los operadores de justicia para conducir autónomamente el proceso, sin retraso y con eficacia. Una justicia tardía, NO es justicia.