El nuncio apostólico Nicola Girasoli confirmó que recibió la vacuna contra la COVID-19 en secreto, pero afirmó que lo hizo en condición de “consultor” de la Universidad Cayetano Heredia, donde se llevan a cabo los ensayos clínicos en fase 3 de la vacuna Sinopharm.
A través de un comunicado, el clérigo señaló que se infectó con el nuevo coronavirus en abril del 2020, lo que le ocasionó una enfermedad con síntomas bastantes severos.
Según Girasoli, recién fue dado de alta el 11 de mayo y, un mes después, dio a conocer públicamente que estuvo contagiado.
El nuncio apostólico asegura que “no tenía apuro” en vacunarse porque los médicos le indicaron que si mantenía los cuidados necesarios era poco probable que se reinfecte. Sin embargo, afirmó que se inmunizó porque fue llamado para ser consultor en los ensayos clínicos de la vacuna.
“A través de mi médico personal he sido convocado como consultor de la prestigiosa Universidad Cayetano Heredia en temas éticos sobre este proceso y a motivo de mi condición de convaleciente por las consecuencias que todavía tengo del COVID-19″, indicó.
La República se comunicó con la Nunciatura Apostólica en el Perú para conseguir la versión de Girasoli, pero nos indicaron que no estaban autorizados para brindar declaraciones.
El nombre de Girasoli se dio a conocer tras publicarse la lista con las 487 personas que recibieron la vacuna contra el coronavirus sin ser parte de los ensayos clínicos Sinopharm, ni personal de primera línea.
En dicha lista figuran nombres que no están ligados a la lucha contra la pandemia, como la hija del médico Germán Málaga, un integrante del Fondo Blanquiazul, la consultora Cecilia Blume y hasta el gerente de Suiza Lab y sus hijos.
Fuente: La República
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