Por: Ortelia Valladolid Bran, coordinadora del área de Incidencia y Desarrollo de Intelta-Cutivalú
Casi en todo el mundo se celebra la Navidad, ya que es una festividad religiosa en la que se conmemora el nacimiento de Jesús. Para mucha gente significa la oportunidad para renacer en lo bonito que tiene cada persona, además para hacer un alto y mirar hacia atrás y que ninguna persona pase necesidades de hambre, miseria, inseguridad, violencia. Sin embargo -y hay que decirlo- muchas personas utilizan esa fecha para negocios y para lucrar con venta de todo tipo de productos, promoviendo de esta manera el consumismo y que se pierda la verdadera esencia del cumpleaños de Jesús como modelo de justicia y lealtad.
En ese contexto, es importante señalar que en nuestro país la violencia va en incremento. Solamente en los registros del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables a la fecha se tienen casi 150 mil casos de violencia, de los cuales Piura registra casi 6 mil (el 86.6% son mujeres). Este es un reto importante y prioritario para las nuevas autoridades en el marco del cumplimiento de políticas públicas de igualdad de oportunidades para mujeres y hombres.
En este mes navideño demandamos al Estado centrarse en lo realmente necesario para el país, necesitamos justicia y verdadero compromiso en el efectivo ejercicio de sus funciones para lo cual se han elegido o designado. Asimismo, con fe y esperanza sigo invitando a las autoridades, operadores, funcionariado y sociedad civil organizada a que nos sumemos en un grito por libertad, por justicia y por respeto entre las personas y por las personas.
Desde donde estés, con quien estés haz lo que tienes que hacer. No a las desigualdades, no a la discriminación, no al racismo, no a la inseguridad. Y sí a buscar y encontrar la felicidad con verdadero cambio de comportamiento y pensamiento personal, para que en el 2023 le vaya mucho mejor a todas y todos quienes habitamos en nuestro querido Perú.
¡Feliz Navidad y próspero año 2023!