Motobombas de la municipalidad de Catacaos se encuentran inoperativas, advierte Contraloría

Motobombas de la municipalidad de Catacaos se encuentran inoperativas, advierte Contraloría
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La Contraloría alertó que el 25% de las motobombas de la municipalidad de Catacaos se encuentran inoperativas. Esto genera que no haya una respuesta eficiente ante posibles inundaciones o aniegos por precipitaciones.

De acuerdo a la visita de control N° 002-2024, los auditores inspeccionaron el almacén de la Subgerencia de Gestión del Riesgo de Desastres. Allí, se notó que la institución edil cuenta con un total de 36 motobombas; sin embargo, 9 de estos equipos están inoperativos.

En Catacaos se han identificado 43 cuencas ciegas que se activan en cada periodo lluvioso. Por ello, la Contraloría sostiene que utilizar solo 27 motobombas para el distrito, resulta insuficientes.

Durante la inspección, los servidores municipales indicaron también que han solicitado el mantenimiento respectivo, pero hasta la fecha no se ha concretado el trabajo de reparación.

SIN PERSONAL CAPACITADO

Otro de los problemas que se evidenció en la municipalidad de Catacaos fue que la entidad no cuenta con personal capacitado suficiente para la operación de las motobombas. Según se pudo conocer, solo dos trabajadores se encuentran preparados para la correcta operación de estas motobombas.

Tampoco está acreditada la realización de capacitaciones a la población, para el uso de estos bienes de respuesta como parte de la autoayuda que corresponde a la sociedad civil en el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastre.

A ello se suma que no hay una dotación de combustible que pueda garantizar su funcionamiento y logística para su transporte. Para la Contraloría, este panorama pone en riesgo las actividades de respuesta de manera oportuna.

La Contraloría de la República ya notificó al alcalde distrital, Johnny Cruz, para que tome las acciones respectivas frente a estas deficiencias en materia de reducción de la vulnerabilidad y de la gestión de riesgos de desastres.

Por: Oscar Altamirano