Al menos 120 mil mujeres entre niñas, adolescentes y adultas resultaron damnificadas o afectadas tras el período lluvioso. Además se han identificado 100 madres gestantes entre todas las áreas dañadas por El Niño Costero.
A través de Cutivalú, la especialista en género, interculturalidad y respuesta humanitaria del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Zilda Cárcamo señaló que en este grupo se encuentran mujeres en edad fértil y tienen diversas necesidades.
“En Piura, hay entre 400 mil damnificados y afectados, entre los cuales 120 mil son mujeres en edad fértil, de 11 años para arriba, además de mujeres adultas que tienen otro tipo de vulnerabilidad y sus necesidades no son visibilizadas.”, resaltó la especialista.
Asimismo, Zilda Cárcamo refirió que entre Tumbes, Piura, Lambayeque y La libertad, hay más de un millón de personas entre damnificadas y afectadas, y más del 25% son mujeres, entre adolescentes que ya menstrúan, mujeres que pueden tener hijos y demandan una vivienda y atención de diversos servicios.
Por su parte, la coordinadora regional de salud sexual y reproductiva de la Diresa, Edith Adrianzén, informó que en toda la zona afectada se ha registrado un promedio de 100 gestantes, por lo que se ha coordinado con otras organizaciones para facilitar la continuidad de los servicios de salud sexual y reproductiva, ya que muchos centros de salud quedaron inundados.
Resaltó que por ello se acercó el servicio a los campamentos llevando métodos anticonceptivos, multivitamínicos y la atención en general de la gestante.
En ese sentido, Zilda Cárcamo sostuvo que el primer riesgo identificado en los campamentos y albergues es el de las gestantes, pues están expuestas y en desventaja frente a las condiciones de la falta de alimentos, malas posiciones, exceso de calor y deshidratación.
Por ello, la especialista lamentó la interrupción de los servicios médicos en Cesamica y Catacaos que durante la emergencia, no tenían las condiciones de atención ni para las gestantes ni para los demás usuarios.
En ese sentido, Zilda Cárcamo aseveró que también se consideró la estrategia de protección al personal de salud, pues la mayoría fue afectado por el dengue y en esas condiciones es imposible que atienda, por lo tanto es que se brindó el soporte socioemocional.
