Los damnificados que se encuentran en el refugio del colegio San Pablo, a la altura de la carretera Piura – Chiclayo, están preocupados porque la directora ha dado un plazo de tres días para que desalojen las instalaciones.
Juan Santos Villegas, uno de los afectados por el desborde del río, dijo a través de Cutivalú que son 150 familias las que se quedarían en la calle, sin embargo les están ofreciendo un sitio para reubicarse, pero es un terreno sin acceso para que llegue la ayuda humanitaria. Se ubica a dos metros de la carretera.
El morador aseguró que hay más de 800 personas de Pedregal Grande, Monte Sullón, Nuevo Catacaos y Jorge Chávez. Explicó que solo hay 84 carpas y la ayuda viene disminuyendo, a pesar que muchos niños y niñas están deshidratadas, con diarrea y tos.
“Necesitamos más carpas, baños, letrinas, repelentes porque hay mucho zancudo y también alimentación”, sostuvo Santos Villegas.
