Los y las adolescentes están expuestos a diferentes estímulos externos que pueden afectar su desarrollo personal. Por ello, 300 adolescentes de la I.E. Fe y Alegría N.°49 aprendieron a identificar las habilidades blandas y se comprometieron a respetar las diferencias entre compañeros de aula.
Asimismo, las y los adolescentes reconocieron las diferencias que hay entre personas, como el sexo, la personalidad, el nivel socioeconómico, el aspecto físico, los modos de solucionar conflictos, etc; tomando conciencia que estas diferencias nos hacen únicos, ni superiores ni inferiores.
Para ello, plasmaron en una frase la necesidad de respetar las diferencias entre compañeros como una forma de prevenir el bullying y cualquier otro tipo de violencia. Además, escribieron y dibujaron aquellas características que nos diferencian como personas, como una manera de tomar conciencia de la diversidad social.
«Que las y los adolescentes conozcan las habilidades blandas básicas para la convivencia y las practiquen en su día a día es vital para mantener un buen clima dentro y fuera de las aulas y poder solucionar los conflictos que puedan tener a su corta edad», indicó Isabel Requena Barreto, psicóloga a cargo de los talleres.
Cabe destacar que estos talleres se desarrollan en el marco del proyecto “Construyendo Junt@s Proyectos de Vida”, una iniciativa entre Cutivalú que es financiada por quinto año consecutivo por la empresa Cementos Pacasmayo.
Proyecto en favor de adolescentes supera el 65 % de su ejecución
