Un grupo de vecinos reportó que, durante la detonación para destruir infraestructura y material destinado para la minería informal, sus viviendas resultaron seriamente dañadas.
En total serían cinco viviendas las que resultados afectadas en sus ambientes, paredes, techos, y ventanas.
El incidente ocurrió la mañana del último miércoles en el caserío Nueva Esperanza del distrito de Sapillica. Hasta allí llegó un importante contingente policial, encabezado por la fiscal, para destruir el centro de operaciones de mineros ilegales.
“Las viviendas han quedado totalmente destruidas. Nosotros no vamos a ingresar allí queremos que la Policía y la Fiscalía se hagan responsables”, dijo el vecino Marcelino Salvador, en diálogo con Cutivalú.
Contó que los policías y fiscales llegaron en la madrugada y les pidieron que salgan de sus hogares. Según refirió, los sacaron a la fuerza y empujándolos. “Nos han puesto a 200 metros de nuestras viviendas”, narró en diálogo con Cutivalú.
El diario Correo informa que un contingente policial de 250 agentes, hasta el mediodía de este miércoles, destruyó seis plantas de procesamiento ilegal que eran empleados en la actividad ilícita. La operación se realizó en Suyo y Sapillica, donde hay evidencias de la extracción ilegal de oro.
Asimismo, se ha intervenido a seis personas, entre ellas cinco ecuatorianas y un presunto proxeneta. Las mujeres serán deportadas en las próximas horas por no tener la documentación en regla.
Las autoridades intervinieron en las zonas donde ya se había detectado satelitalmente el desplazamiento de campamentos y maquinaria que servía de soporte a los mineros ilegales.
