Tayra Massiel Duque Timana, estudiante del IV ciclo de Ciencias de la comunicación, Universidad Nacional de Piura
El día 14 de febrero, fecha mundialmente conocida por ser el Día del Amor y la Amistad, personalmente considero errónea denominarla el Día de San Valentín.
No solo celebramos el amor romántico, entre parejas; sé, gracias al libro “Un corazón lleno de estrellas” de Álex Rovira y Francesc Miralles, que existen diversos tipos de amor, amores diversos para celebrar.
El amor a nuestros hijos e hijas, quiénes son maestros de vida; a amigas y amigos, familia escogida por el corazón; a los animales, nos enseñan a ser más humanos; el amor a las artes y a la naturaleza y festejar el amar a uno mismo para así poder amar a alguien más.
El amor es una emoción que tiene el poder de hacerte abrazar la vida y enfrentarte a todo lo que ofrece. Sin embargo, a veces con esa misma intensidad tememos experimentarla.
Es por eso que me permití reescribir una frase que se encontró en las cartas de Vincent Van Gogh a Theo: “Es necesario haber amado, después perder el amor y luego volver a amar todavía”.
