Cada año, el 2 de abril, se celebra el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre este tipo de trastorno y promover la inclusión social de las personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA).
Se trata de un trastorno neurobiológico del desarrollo que se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará toda la vida. Fundamentalmente, afecta la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros, la imaginación y la conducta entre otras cosas.
También está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos. La incidencia es de unos 60 casos por cada 10.000 niños.
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Para algunas familias, el diagnóstico puede ser un momento muy triste y difícil, para otras, es un alivio, ya que las sitúa en un lugar desde donde pueden empezar a actuar, sobre todo buscando recursos y ayudas.
Fuera del entorno familiar y especializado hay mucho desconocimiento sobre el autismo y muchas personas piensan que si han visto a una persona con autismo ya los han visto a todos. Nada más lejos de la realidad
También resulta curioso que se hable de “niños con autismo” y que no se tenga en cuenta que crecen y se convierten en jóvenes o adultos con autismo.
(Fuente: El País)
