“No serás mía ni de nadie” fue una de las últimas cosas que Alex Ever Quesada Tello (de 26 años) le dijo a Mirley (32 años) antes de cometer el feminicidio que ha conmocionado a Cajamarca y el país entero. Pese a que el hecho fue grabado y que por el lugar transitaron algunas personas, nadie se atrevió a detenerlo.
Según cifras del ministerio de la Mujer, hasta inicios de mayo se han registrado 58 feminicidios en el país en los primeros meses de 2023; es decir, cada dos días matan a una mujer en el Perú por motivos de género. ¿Pero cuál es el factor en común que comparten los feminicidas? ¿Se puede hablar de un perfil del feminicida en el país?
En 2019, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos presentó un estudio sobre feminicidio en el Perú realizado por el Observatorio Nacional de Política Criminal (INDAGA). El documento Víctimas y victimarios del feminicidio: un estudio desde los perpetradores del delito considera las respuestas de un número importante de hombres condenados y en cárcel por feminicidio en el Perú.
Entre los hallazgos se destaca que:
- La educación superior no se relaciona con menores niveles de feminicidio. Un grupo importante de perpetradores tiene educación universitaria o técnica (27%), mientras que el 62.6% tiene educación secundaria y solo el 10% tiene educación primaria.
- El 60% de los encuestados informó haber sido agredido por uno de sus padres, siendo la madre la figura familiar más recurrente en los episodios de maltrato.
- Los internos por feminicidio no tienen antecedentes penales ni relación con pares antisociales en la mayoría de los casos. El 97% no tenía antecedentes en Centros Juveniles o Establecimientos Penitenciarios antes de cometer el feminicidio.
- La mayoría de los encuestados no tenía problemas laborales ni económicos y mantenía buenas relaciones con sus compañeros de trabajo. El “estresor trabajo” no parece ser un factor relevante para la comisión del feminicidio. El 97% tenía empleo antes de ingresar al Establecimiento Penitenciario.
- El 30% de los entrevistados expresó que les gustaría casarse con la misma persona a la que le quitaron la vida, lo que podría indicar una distorsión cognitiva sobre la relación de pareja en un grupo de perpetradores.
- Se encontró que el 25.3% de las personas recluidas por feminicidio tuvo ideas suicidas antes de cometer el delito.
- El 41% de los internos por feminicidio informó haber peleado con su pareja antes de cometer el delito.
- El 59% de los feminicidios ocurrieron durante las fases de conflicto, inestabilidad, alejamiento y separación, es decir, en una fase de ruptura de la relación.
- En cuanto a la participación de la familia en los conflictos y su papel protector contra la violencia, se observó que tanto la familia del perpetrador como la de la víctima no intervinieron para detener las peleas de pareja en un 76.1% y 62%, respectivamente.
- La mayoría de los internos manifestó sentimientos de arrepentimiento (90%) y valora el perdón de sus familiares, mostrando conformidad con su sentencia.
Al respecto, Josefina Miro Quesada Galloso, docente de la facultad de Derecho e investigadora de la Pontificia Universidad del Perú (PUCP), resaltó que el estudio de INDAGA tuvo como objetivo determinar algunas de las características de este grupo poblacional para poder identificar factores de riesgo y evitar posibles casos de feminicidio. Sin embargo, remarcó que no se puede hablar de un perfil de feminicida peruano.
Con información de Infobae
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