Conveagro: “El arroz, la papa y verduras empezarán a escasear en los próximos dos meses”

El presidente de la Convención del Agro Peruano (Conveagro), Clímaco Cárdenas, advirtió que la poca importación de fertilizantes por su alto precio ocasionará una menor producción agrícola y, por lo tanto, los alimentos se volverán más escasos y caros, afectando a la población más vulnerable y de menos recursos económicos.

En entrevista con Cutivalú, aseguró que en dos meses la crisis alimentaria comenzaría a agudizarse con la poca producción y escasez de alimentos de primera necesidad como el arroz, las legumbres y las hortalizas como la papa.

Mencionó que esta situación es un problema recurrente desde el año pasado y que por la pandemia de la Covid-19, el incremento de los precios de los fertilizantes fue de 200 a 230% y ya con el conflicto de Rusia y Ucrania aumentó hasta 410%. Dijo que actualmente se está importando 92% menos fertilizantes que el año pasado.

Clímaco Cárdenas agregó que uno de los principales fertilizantes usados en el agro peruano es la úrea, cuya importación se hace desde Rusia, país europeo que se encuentra en conflicto; también se tiene al gigante asiático China y, entre ambos, cubren cerca del 60% de importación de fertilizantes al Perú.

Otros países que le venden al país estos importantes productos para la agricultura son Rumania y Pakistán.

Además, dijo que miles de familias que se dedican a la agricultura se están viendo afectadas por este problema global, principalmente aquellas que se dedican a la producción del arroz, papa, además de maíz. “Esas (familias) serían las más representativas”, añadió.

En cuanto a los productores de la región Piura, el presidente de Conveagro aseguró que se ha reportado la preocupación, principalmente, de productores algodoneros y arroceros ante esta crisis.

Foto: referencial.

 

Preocupación en Piura

Al respecto, Cutivalú conversó con dirigentes y exdirigentes de las Juntas de Usuarios de los valles del Bajo, Medio y Alto Piura, quienes advirtieron una baja alarmante en la producción de alimentos como el maíz, arroz y hortalizas a raíz de la escasez y elevados precios de los fertilizantes.

El presidente de la Junta de Usuarios de San Lorenzo, Darío Castillo, mencionó que, efectivamente, este importante valle está sufriendo las duras consecuencias de la escasez y elevados precios de los fertilizantes.

Contó que el presidente Pedro Castillo Terrones les prometió atender esta crisis agrícola y hasta anunció un fuerte presupuesto para la compra de fertilizantes y atender el tema de la importación de los mismos; sin embargo, los miles de agricultores de esta zona continúan en la espera.

Además, dijo que uno de los principales fertilizantes como la urea ha subido considerablemente de precio, desde que inició la pandemia de la Covid-19 y a esto se suma la escasez del propio insumo agrícola.

El dirigente estima que en San Lorenzo va a haber una baja en la producción de los limones, del mango, del arroz que está ahora en campaña. “Estamos produciendo con costos por encima del 30% y no necesariamente se expresa en el precio final que recibe el agricultor”, dijo.

Agregó que esta situación pone en peligro la producción del arroz y se estima que su producción va a bajar en un 30% y se va a manifestar en los precios los cuales se están elevando. “Los limones también (bajarán) su producción en 30%, y está en peligro el mango, la maracuyá y papaya si es que no hay una reacción rápida del agricultor”, señaló.

Asimismo, indicó que el valor de la producción en el Valle de San Lorenzo bajaría en hasta 300 millones, afectando a 12 mil productores y 57 mil hectáreas cultivadas con diferentes productos que son parte de la alimentación de miles de familias en la región.

Por último, mencionó que una solución ante la escasez de fertilizantes sería acudir a su importación desde Bolivia y Venezuela y, a largo plazo, la construcción de plantas o fábricas de fertilizantes en las zonas norte y sur del país.

Falta de agua y elevados costos

Otro claro problema junto a la escasez de fertilizantes es, sin duda, la falta de agua. Así lo expresó Arnulfo Adrianzén, presidente de la Junta de Usuarios del Valle del Alto Piura.

Por esta situación, la producción de este valle se reduciría en hasta un alarmante 85% en cuanto a arroz, maíz y menestras y los efectos de esta baja comenzaría a notarse a partir de junio en adelante. No obstante, productos como el cacao, limón y mango podrían mantenerse en buena producción si es que se toman medidas adecuadas para su fertilización a tiempo.

Señaló que la escasez de agua y fertilizantes afectan a cerca de 50 mil agricultores y 31 mil hectáreas de cultivo del Valle del Alto Piura. Asimismo, cuentan con un área disponible de 8 mil hectáreas para cultivar arroz; sin embargo, por la escasez de los fertilizantes solo se podría cultivar el 15% o 18% de esta área total, denotando una clara baja en producción que podría agudizarse en los próximos meses. 

Al igual que el dirigente de San Lorenzo, Arnulfo Adrianzén indicó que una solución a corto plazo sería la importación de fertilizantes desde Bolivia y Venezuela y dijo esperar la respuesta del MEF y el propio jefe de Estado para hacer frente a la crisis agrícola.

A su turno, el expresidente de la Junta de Usuarios de Sechura, José Pingo Bayona, manifestó que no solo el elevado costo de los fertilizantes está causando estragos en la producción de los agricultores y la economía regional, sino también el costo de vida y costo de producción más alto.

Coincidió con los anteriores dirigentes en exigir al presidente Pedro Castillo a buscar soluciones definitivas para esta crisis agrícola que se podría agudizar en los próximos meses y afectar considerablemente el bolsillo de las familias. “(Pedro Castillo) debe preocuparse y dar soluciones definitivas porque no siempre debemos depender de la importación de los fertilizantes”, manifestó. 

Agregó que existen cerca de 5 mil hectáreas de siembra y cultivo de arroz, así como de maíz y algodón que cubrirían 400 hectáreas que involucran a miles de familias que dependen de la agricultura.

En cuanto a una disminución de la producción agrícola en la zona, Pingo Bayona señaló que esta rondaría el 50%. “En Sechura, el rendimiento promedio de arroz es de 8 mil kilos, esperamos que con esta situación al menos sea de 3 mil kilos”, finalizó.

Planta de fertilizantes en Sechura

El presidente de Conveagro, Clímaco Cárdenas, indicó que en noviembre del año pasado habían planteado al Ejecutivo un presupuesto de 720 millones de soles para adquirir fertilizantes que cubran un proceso agrícola de seis meses en el país, pero no se tuvo el apoyo del gobierno central, con lo cual, al día de hoy se necesitaría “hasta tres veces más de presupuesto para afrontar la crisis alimentaria actual”.

En cuanto a la instalación de una planta de fertilizantes en Bayóvar, Sechura, el dirigente nacional manifestó que la poca decisión política no permite que este importante proyecto avance y por eso indicó que el actual Gobierno no ha sabido manejar el tema en beneficio de los productores agrícolas y también recae la responsabilidad en el Congreso de la República.

Foto referencial

Tildó de absurdo que “teniendo los recursos necesarios, tengamos que comprarlos al exterior” y a costos muy elevados respecto al precio que se podría adquirir en el mismo Perú si es que se tuviese una planta productora de fertilizantes.

Sobre este punto, el exdirectivo de Sechura, José Pingo Bayona, se refirió a la remota idea de construcción de una planta de fertilizantes en Bayóvar, proyecto el cual aún sigue en promesas y planteamientos del Ejecutivo. «Ya es hora que (Piura) cuente con una planta de fertilizantes, porque no es posible que teniendo los fosfatos a disposición, una riqueza única para que se haga realidad, tengamos que comprarlos al extranjero a precios elevados», expresó.

Por último, dijo que la posibilidad de que este anhelado proyecto se concrete, depende una decisión política, tanto del Congreso como del propio presidente de la República y el ministro de Agricultura, porque los recursos económicos existen para hacerlo realidad.

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