El equipo de arqueólogos liderado por Johny Isla Cuadrado, de la Dirección de Cultura de Ica, halló un geoglifo de la Cultura Nasca, que representa a una orca, en las pampas de Palpa en Ica.
En el antiguo Perú, los Nasca consideraron a la orca como una deidad vinculada al mar y fue representada en su cerámica escultórica e iconografía.
El geoglifo de la orca, de unos 60 metros de largo y 25 de ancho, había sido fotografiado a principios de los años 60 del siglo pasado y ya se daba por desaparecido. Sin embargo, el equipo de Isla Cuadrado logró identificarlo.
“A diferencia de las líneas de Nasca, el geoglifo de la Orca está dibujado en la ladera de una colina, lo que indica que se trata de uno de los geoglifos más tempranos de la región”, sostiene Isla y reconoce que “otros geoglifos de este tiempo hay en Palpa, cosa que casi no sucede en Nasca, donde la mayoría de líneas y geoglifos están dibujados en zonas planas”.
A pesar de su recuperación, el geoglifo de la orca sigue en peligro por el tráfico de terrenos que afecta la zona de Palpa. Los traficantes de terrenos han cercado la zona arqueológica patrimonial, impidiendo el acceso a los turistas.
Los arqueólogos están vendidos al turismo y «encuentran» cosas que hagan afluir a turistas. Son un medio necesario para realizar cualquier actividad que ayude a reflotar el turismo.