La directora de la institución, Trinidad Castillo Patiño, señaló que los responsables de la obra le comentaron que la maquinaria removió estos silos, ocasionando que se derramen.
Esto ha generado olores nauseabundos y gases tóxicos que ponen en riesgo la salud, no sólo de los estudiantes sino de la población en general, que se desplaza por la zona.
Ante esta situación, la autoridad educativa dijo que evalúa suspender las clases y luego reprogramarlas, pues ellos tienen la responsabilidad de proteger la integridad de sus estudiantes. Mientras tanto, los escolares han tenido que ser ubicados en otras aulas lejos de estos olores que no le permiten estudiar tranquilamente.
Incluso, los alumnos del nivel secundario que estudian en la tarde, se han visto obligados a ingresar por la puerta del nivel primario, ocasionándose un desorden pues a esa misma hora salen los escolares de inicial y primaria. Las escolares exigen a las autoridades tomar cartas en el asunto, pues aseguran que no pueden soportar más estos fétidos olores.
Cabe informar que Cutivalú intentó comunicarse con algún representante de la empresa Consorcio Terminal Pesquero II, ejecutora de la obra. Sin embargo, sólo uno de los obreros señaló que el ingeniero encargado no se encontraba en el lugar.
Mientras tanto, en horas de la tarde, la directora Trinidad Castillo aseguró que los olores nauseabundos continuaban percibiéndose, aunque en menor intensidad. Agregó que ningún representante de la empresa ha intentado comunicarse con ella, y sólo ha constatado que maquinaria pesada ha ingresado a la obra con bastante desmonte.
