Las desigualdades en la tenencia de la tierra que motivaron la Reforma Agraria hace cincuenta años nuevamente están presentes en la agricultura de Piura, concluye un estudio del Centro de Invetigación y Promoción del Campesinado (CIPCA).
Se trata del estudio denominado “Pequeña agricultura de Piura: antes y después de la reforma agraria”, a cargo del economista José Luis Juárez Castillo.
De este modo, por un lado, la pequeña agricultura en Piura posee sólo el 31.8% (122,881 hectáreas) del total de la tierra agrícola disponible a nivel regional, con un tamaño de predio familiar de 1.1 hectáreas (inferior al que existía antes de la reforma que era de 1.7 hectáreas).
Mientras que, por otro lado, la gran agricultura o gran propiedad agraria conformada por sólo 442 unidades agropecuarias que conducen el 38.7% (149,759 hectáreas) de la superficie agrícola regional, con un tamaño de predio de 338.8 hectáreas en promedio.
El estudio señala que, debido a la intensificación de la inversión privada en el sector agrícola que viene ocurriendo después del Censo Agrario 2012, es probable que estas desigualdades se hayan acentuado más.
La diferencia radica en que, en vez del latifundio que existía antes de la Reforma Agraria, la gran propiedad en la actualidad existe a través del modelo empresarial agroexportador, y en la existencia de una estructura productiva más diversificada en la que el algodón ya no ocupa un lugar importante.
De esta manera, hasta el 2015, sobre un área agrícola cosechada de 206 mil 785 hectáreas, diez cultivos (arroz, mango, maíz amarillo, maíz AD, banano, trigo, limón, café, arverja, frijol) ocupaban el 82.2% de la superficie total cosechada, dentro de la cual el arroz mantiene su primacía con 57 mil 559 hectáreas, destacando también el mango, banano y café como los principales productos de exportación, ocupando 42,110 hectáreas.
Mientras que otros cultivos ocupan el porcentaje restante con 36 mil 706 hectáreas. Se trata de 55 cultivos entre los que destacan la uva, caña para etanol/alcohol, cacao, frijol castilla, palta, maracuyá y una variedad de granos, frutas y hortalizas para el mercado interno.
En ese sentido, una de las conclusiones a la que llega este estudio es que a 50 años de la Reforma Agraria, las principales inequidades que motivaron su aplicación aún persisten en la agricultura de Piura.
Entre ellas: la presencia de una nueva versión del minifundio-latifundio, expresado en una pequeña agricultura con acceso a sólo al 32% de la superficie agrícola, con propiedades menores a las 4 hectáreas, frente a una gran agricultura conformada por menos de medio millar de propietarios que poseen casi el 39% de la superficie agrícola regional.
Una pequeña agricultura que, si bien está logrando construir nuevas formas de organización para su articulación a mercados, por el momento sólo involucra en este proceso a aproximadamente un 10% del total de productores/as y aún está distante de competir en igualdad de condiciones tecnológicas, financieras y de gestión con las empresas de la gran agricultura.
El estudio finaliza señalando que la pequeña agricultura es un importante sector socio económico que aún sigue esperando la adecuada atención y promoción desde el Estado.
