A 50 años de la nacionalización de la Brea y Pariñas, Talara sigue olvidada

El 9 de octubre de 1968, el gobierno militar expulsó a la IPC de la refinería de Talara y de los yacimientos.

Ha transcurrido medio siglo en que Talara, la hoy llamada ciudad del “Oro Negro”, estuvo en la mira no tan solo de millones de compatriotas peruanos sino en los ojos del mundo.

Y es que un 9 de octubre de 1968, el complejo industrial de la refinería de Talara que operaba la International Petroleum Company (IPC) fue tomada y expropiada por las fuerzas de la Primera Región Militar con sede en Piura, por disposición de Juan Velasco Alvarado, quien seis días antes había asumido la presidencia al dar el golpe militar contra el gobierno de Fernando Belaunde.

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De ahí en adelante esta fecha fue declarada como el «Día de la Dignidad Nacional», porque el Perú no solo recuperaba sus recursos controlados por el imperialismo norteamericano, sino que orientaba una política contra aquella dependencia económica que impedía un desarrollo, no solo económico, sino también cultural, del país en su conjunto.

Si bien este día, luego de restaurarse el gobierno democrático, fue eliminado del calendario cívico del país, no lo fue de la historia ni corazones de los talareños, quienes año tras año con solemnidad, y con sus autoridades locales, pasean y flamean gustosamente la bandera nacional por las principales calles y avenidas de la ciudad, en medio de múltiples problemas socio-económicos y el olvido del Gobierno Central.

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Posted by Radio Cutivalú on Monday, February 5, 2018

Uno de los hitos más importantes y transcendentales que plasmó la historia del Perú y de la industria petrolera fue la puesta en marcha de cuatro alambiques de destilación de petróleo en el Complejo Industrial de Talara por parte de la IPC y un grupo de trabajadores talareños, permitiendo en el año 1914 refinar 10 mil barriles de petróleo diario.

Doce años después se instalaría la planta de destilación de lubricantes, en 1938 la de asfaltos y, en 1954, comenzó a operar la Unidad de Destilación Primaria con una capacidad de 45 mil barriles diarios, que ampliaron a 62 mil en 1962.

Dicho impulso privado de modernización de la refinería se vio suspendido cuando, en octubre de 1968, Velasco Alvarado dio un golpe militar, en el que el complejo industrial de Talara tuvo un rol decisivo y fundamental, ya que la cuestionada desaparición de la “página 11” del contrato con la IPC, que definía los márgenes del negocio, fue el argumento preciso para que se procediera al golpe de Estado. Este hecho tuvo un gran impacto en el país y ayudó al gobierno del general Velasco Alvarado a consolidarse en el poder.

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La IPC fue expulsada definitivamente del país debido a que venía explotando el petróleo de los yacimientos de La Brea y Pariñas sin título legal alguno y ejerciendo un monopolio en desmedro de los intereses de la nación. Aunque Velasco anunció reiteradamente que no pagaría ningún centavo a la IPC, con el tiempo se supo que el gobierno sí negoció en secreto el pago de una indemnización de US$ 76 millones, mediante el Convenio De la Flor-Greene.

Para José Bolo Bancayán, historiador y ex alcade provincial de Talara, la gente no siente ese reparo de la historia y que hoy en día después de medio siglo, continúa la constante amenaza de privatizar a Petróleos del Perú (Petroperú) por parte de grupos de inversionistas y políticos que por el populismo han dejado de lado una verdadera planificación de Talara como ciudad y provincia del norte del país.

El exdirigente sindical de la Federación Petrolera del Perú Manuel Mendoza Criollo señaló que el gobierno de Velasco buscó con la “Toma de Talara” encaminar una brecha a través de proyectos que buscaron mejorar las relaciones entre las empresas y trabajadores y el bienestar social, la cual nunca se ejecutó ya que con el transcurrir del paso, las empresas fomentaron un ambiente de condiciones discriminatorias protegiendo a pocos trabajadores y desprotegiendo a las grandes masas obreras.

El también regidor de la comuna talareña dijo que a los 50 años del “Día de la Recuperación de Talara al Perú y Dignidad Nacional”, los trabajadores petroleros se identifican con esta fecha y con Velasco Alvarado, por ser un acto político reclamado desde 1917.

(Fuente: La República)