El candidato a la alcaldía provincial de Piura por el movimiento Seguridad y Prosperidad, Pablo Zegarra Ferreyra, señaló que no confía en sus candidatos a regidores para la Municipalidad de Piura.
«Solo confío en mis padres. Si yo dijera que confío en mis regidores, la gente no me va a creer, va a decir que soy un iluso”, manifestó Zegarra en el programa CUTIVALÚ Electoral, que va de lunes a viernes a las 9 a.m. «Tengo que ver su trabajo en el transcurso del tiempo; si me preguntas en tres años, recién diré si confío en ellos», añadió.
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Sin embargo, manifestó que postula por Seguridad y Prosperidad porque conoce el trabajo de Jhony Peralta Cruz, candidato a gobernador regional por este movimiento. “Nuestra alianza es estratégica, porque creo que él nos va a ayudar a conseguir los recursos del gobierno nacional. Jhony Peralta es mi gran aliado”, indicó.
Zegarra también comentó su participación política con diversas organizaciones políticas: Alianza Para el Progreso, Somos Perú, Unión Democrática del Norte y Región Para Todos: “Yo siempre he sido invitado, recién ahora me he inscrito en Seguridad y Prosperidad, donde seguiré [militando] si salgo elegido alcalde”.
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Posted by Radio Cutivalú on Wednesday, September 26, 2018
Asimismo, respondió a quienes cuestionan que haya dejado el decanato del Colegio de Arquitectos para postular a la alcaldía de Piura. “Nosotros, los arquitectos y urbanistas, somos los hacedores de la ciudad, por eso tenemos que participar en política”, argumentó.
Entre sus propuestas, Zegarra señaló que, para él, lo principal es la reestructuración de la Municipalidad de Piura “para que las cosas puedan funcionar”. Por ello anunció que, de llegar al sillón municipal, dispondrá la evaluación de todo el personal.
“Eso no va a tomar mucho tiempo, se hace en el primer año de gestión. Tenemos que respetar los derechos laborales, pero debemos hacer reubicaciones. Pienso ‘jalarme’ [contratar] a cuatro abogados para que me ayuden revisar los contratos en la municipalidad”, expresó Pablo Zegarra.
Según dijo, la comuna provincial puede funcionar bien con unos 800 trabajadores como máximo, “pero ahora hay casi 1.800 personas” trabajando. “No puede ser que el 70 % del presupuesto se vaya en gasto corriente, porque no queda plata para obras”, finalizó.
