La caleta de Cabo Blanco, en Talara, es conocida por sus paradisíacas playas, un enorme atractivo turístico del norte peruano. También es recordada mundialmente porque a sus playas llegó en vida el escritor estadounidense Ernest Hemingway. Sin embargo, pese a estos pergaminos, esta caleta padece uno de los problemas que se presenta en toda la región Piura: el desabastecimiento de agua potable.
Cutivalú llegó a la caleta de Cabo Blanco y recogió el malestar de la población que desde el mes de diciembre sólo cuenta con agua potable, una vez a la semana. Así lo denuncia el poblador Marco Chapilliquén Crisanto, quien precisa que son más de 100 familias las que padecen esta odisea. “Antes nos daban dos días de agua, lunes y sábado. Ahora solo una hora cada semana”, señala don Marco Chapilliquen con mucho malestar.
Pero no sólo tienen que lidiar con tener agua una vez por semana, sino que, cuando el líquido vital llega, lo hace con baja presión debido a que muchos restaurantes y hoteles de la caleta se abastecen de agua a través de bombas de succión.
A parte de la falta de agua, estas más de 100 familias vienen conviviendo desde hace mucho tiempo con aguas putrefactas debido al colapso de los desagües. Este problema también sería responsabilidad de la EPS Grau pues esta empresa no cumple con los bombeos necesarios para desaguar las tuberías.
Así lo denuncia Marco Chapilliquén Crisanto, quien asegura que ha acudido hasta la misma Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento – SUNASS, pero para su sorpresa, en esta institución le han respondido que solo es responsabilidad de la EPS Grau.
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