Semáforo nutricional: un arma contra la obesidad, diabetes e hipertensión

Por encima de lo que la industria nos quiera vender a través de la publicidad; el consumidor necesita información clara, confiable y precisa, que le sirva de referencia para decidir qué alimentos compra y qué no.

El etiquetado es ese recurso que los consumidores tienen al alcance y que debería ser fácil de entender, porque ellos no están obligados a conocer sobre nutrición.

Es así que la propuesta de un semáforo nutricional en el rotulado de los productos alimenticios, crea expectativa. Este tipo de alerta ya se aplica en Ecuador desde el 2014, y ha sido presentada como un proyecto de ley por Daniel Salaverry, de la bancada de Fuerza Popular. «Es una información directa, clarísima, para que cualquier niño de primaria o cualquier poblador con un bajo nivel de instrucción pueda identificar si ese producto tiene niveles elevados, medios o bajos de azúcar, grasas o sal», explica el congresista.

Según Saby Mauricio, decana del Colegio de Nutricionistas del Perú (CNP), el semáforo nutricional va a prevenir a las personas sobre su consumo de azúcar, grasas y sal, evitando así más casos de sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, infartos e incluso cáncer. «Al igual que un semáforo, en rojo significa que hay que tener mucho cuidado con consumirlo; en amarillo, hay que tener prevención; y en verde sí se puede comer con tranquilidad, porque no pasan los límites y no estamos excediéndonos en consumo».

Pero esta no es la única alternativa, Chile practica el etiquetado de sellos que también podríamos considerar en el Perú. «Esta propuesta de etiquetado es una figura geométrica que es un hexágono con letras blancas y en fondo negro, en donde se distingue fácilmente el mensaje de alto en grasa, alto en sodio, alto en azúcar», comenta la especialista.

De acuerdo al congresista Daniel Salaverry, la propuesta del semáforo nutricional se incorporaría en el vigente Decreto Legislativo 1304, que rige para el etiquetado de productos manufacturados, y complementaría la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes (Ley N°30021), promulgada el 2013, pero que espera por su reglamentación.

La experiencia de Ecuador, Chile y otros países del mundo demuestra que las medidas para empoderar al consumidor no son una amenaza para la industria, sino que logran la autorregulación de las empresas. «En todos los países se consumen procesados y ultraprocesados, pero debe haber un marco claro que advierta a las personas lo que están consumiendo cuando están comprando en un supermercado o en un quiosco. Y desde luego sí se debe ser más cauto con aquella publicidad que va dirigida a los niños. Debe haber una restricción clara de publicidad para los niños», señala Raúl Gonzalez, vocero de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Perú.

Apuntar a estilos de vida saludables, implica hacer actividad física y una adecuada alimentación. Una legislación que sancione la publicidad engañosa, contribuirá a que los consumidores sean conscientes de lo que comen y decidan libremente si quieren seguir haciéndolo.

(Fuente: RPP)