Por: Paco Muguiro Ibarra S.J.
Nunca creí que se nos fuera a ir así. Pensaba que todavía le quedaban muchos años para transmitirnos su experiencia, y sus conocimientos. No solo su familia, no solo su pueblo awajun, sino el Perú ha perdido un líder, un dirigente que tanto falta hace hoy día en el Perú. Se nos ha ido un símbolo, una persona que nos significa lucha desinteresada por los intereses de su pueblo awajun –wampis. ¿En cuántos momentos a lo largo de su vida lo hemos visto luchando en canchas chicas y grandes?.
Un símbolo que nos habla de transparencia, por la que nunca le han podido criticar, ni sus enemigos, que se haya quedado con un sol que no fuera suyo y fruto de su trabajo. Nos habla de coherencia, porque su vida siempre estuvo de acuerdo con lo que pensaba y creía, que no es fácil en estos tiempos, y en las circunstancias de los pueblo nativos, que se tienen que mantener en pie de lucha, para ir conquistando sus derechos todos los días. Nos habla de consecuencia, que le llevó a ser elegido para dirigir la lucha, que obligara al gobierno de Alan García a derogar las leyes no constitucionales, y que por torpeza de aquel gobierno murieron 35 peruanos, y él fue el primer caído, al querer impedir que disparara la policía,
Últimamente vivía sin cargo, por lo que no tenía poder, no tenía oportunidad de mandar, de dominar, o de que lucharan contra él para quitarle el poder, pero tenía una inmensa autoridad, que nadie le discutía. Porque autoridad viene de una palabra que significa hacer crecer a los demás en libertad. El poder te lo dan, la autoridad se gana; el poder te lo quitan, la autoridad el único que te la puede quitar es uno mismo, dejando de ser coherente en su vida. Santiago ganó su autoridad y la ponía a disposición de los demás, y últimamente se dedicaba a ejercerla desde su casa, donde iban muchos a pedirle consejo, o en talleres de liderazgo con los jóvenes del SAIPE.
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Lo hemos perdido en un momento importante para la vida de los pueblos indígenas y para el Perú, porque es momento de integración intercultural del Perú. Las comunicaciones, ya sea por las carreteras, o por los ríos con las lanchas, pero más que nunca con la comunicación digital, hace que nos encontremos con otros peruanos de otras culturas, que nos veamos, que nos hablemos, que compartamos nuestras formas de vivir y de pensar. Y para esta integración en una nueva cultura, que esté formada con los valores de todas las demás culturas, era muy importante que Santiago Manui estuviera con nosotros, comunicándonos la experiencia de su vida, que ha sido capaz de convivir en culturas no indígenas sin perder los valores de su cultura awuajun.
En ese esfuerzo de integración intercultural, de relacionar cosmovisiones distintas, Santiago siempre sumaba, siempre construía, por eso lo ocurrido en Bagua el 5 de Junio del 2009 fue un duro golpe, que le dolió más que la bala que le atravesó el estómago, porque comprendió que Lima, el Perú oficial no escuchaba los gritos, que desde hacia tiempo, daban los pueblos indígenas del Perú, que Lima y el Perú no entendían lo que eran pueblos originarios, en su origen muchos siglos anteriores a los Inkas y por tanto más mucho más anteriores todavía a la fundación de Lima. Alguna vez se les llamó ciudadanos de segunda, y todavía por el presidente Alan García, todos los ciudadanos tendríamos que ser iguales, y si alguna diferencia hay, es que los indígenas en el tiempo son los primeros a todos los demás, que llegamos mucho después..
Siento que sea por la muerte de un líder conocido que nos acordemos que hay miles de indígenas de nuestras selvas sin ninguna atención sanitaria, e consecuencia del olvidos de muchos años. ¡Qué lástima Santiago que hayamos perdido tu presencia ¡ Ojalá hayas dejado mucha escuela.
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