Salinas: comisión del Vaticano me devuelve la esperanza de que el Sodalicio se disuelva

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El monseñor Charles Scicluna y el sacerdote Jordi Bertomeu, miembros de la Comisión enviada por el Vaticano para investigar al Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) y sus integrantes, ya empezaron con las diligencias para esclarecer los múltiples delitos de los que se acusa al cuestionado grupo ultraconservador.

Para el periodista Pedro Salinas, autor de un libro que relata los abusos físicos y sexuales realizados por el SVC, “ver a este par de celebridades eclesiásticas, que juntas son dinamita porque es lo que han demostrado, por supuesto que a mí me devuelve la esperanza de que le pongan candado, que cierren y disuelva esa institución”.

“Este reclamo de que venga una comisión al Perú, que sean Scicluna y Bertomeu, se la hemos tratado de transmitir al Papa vía la Conferencia Episcopal, que fue un desastre claro […]; a través de terceros […] porque el curita (Víctor) Huapaya hizo solamente de portapliego; el obispo de Chota, dos reuniones para tomar lonchecito, porque así lo dijo; el colombiano Londoño también jugó a favor del Sodalicio; el arzobispo de Newark igual”, narró. 

¿Quiénes son Scicluna y Bertomeu?

Dinamita es como describe Salinas a este equipo investigador. Scicluna es conocido como el Halcón de Malta, debido a su agudeza y el lugar donde es arzobispo. 

“Monseñor Scicluna fue el que hizo la investigación que desnudó la perversión de otro célebre pederasta latinoamericano, Marcial Maciel, en el 2005. Él presenta un informe sobre Maciel que es demoledor. Juan Pablo II no le hace caso, entra Ratzinger en el 2008 y recién toman medidas que son sanciones al estilo de la iglesia de toda la vida: un retiro de oración y penitencia; y se acabó la cosa”, indicó.

Mientras tanto, el sacerdote Bertomeu es un catalán canonista que “habla como cinco idiomas y es una suerte de Van Helsing de la pederastia”; es decir, en lugar de cazar vampiros y monstruos míticos, va tras clérigos acusados de abuso sexual a menores porque tiene un equipo que ve los temas de delicta graviola contra el sexto mandamiento, que es el abuso sexual a menores.

“Él ha tenido recientes intervenciones. Por ejemplo en Bolivia, donde hubo un gran escándalo que acá no trascendió. Descubrieron el diario de un jesuita que ya había muerto, lo descubrió su sobrino y, en el diario, te contaba sobre los chicos de los que abusaba, en dónde y cómo les decía”, mencionó.

La “revolución” en Chile

Pero ¿cómo empiezan estas investigaciones luego de que el Papa Francisco tuviera un mutis sobre los abusos sexuales y psicológicos cometidos en la Iglesia? Pues, fue en Chile. En la visita que el Papa Francisco realiza a Chile y Perú, nuestro país se puso en Modo Papa, pero en el territorio chileno se registró “la peor visita papal que se recuerde, en 50 años” debido al rechazo a los altos mandos de la Iglesia acusados de pederastia.

Ya en Roma, el Papa conforma la misión Scicluna-Bertomeu. Con una visita de 7 a 10 días en Chile, prepararon un extenso y detallado informe. En el mes de abril del 2018, lo que hace el Papa es hacer renunciar a toda la Conferencia Episcopal Chilena. Y, en septiembre del mismo año, expulsa del sacerdocio a Fernando Karadima.

“Ese informe fue definitivo para lo que se llamó la revolución chilena. La Iglesia puso administradores temporales […] sacó a los cuatro obispos de Karadima, o sea, hicieron una razia (incursión)”, puntualizó.

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